lunes, 4 de febrero de 2008
Realidades de ficción y ficciones reales
Según una encuesta publicada en El País, entre 3000 ingleses la mitad piensa que el rey Ricardo Corazón de León es un personaje ficticio que nunca existió; es más, el 60 % piensa que Sherlock Holmes sí existió; incluso una cuarta parte cree firmemente que Winston Churchil es un ente ficticio creado por algún escritor para vender novelas. Ya no son sólo los norteamericanos los que son paletos e ignorantes -y aun sospecho que también lo son los españoles-. Parece que Alonso Quijano no estaba tan equivocado, después de todo; seguro que para algunos jóvenes Franco es un personaje de cómic. Uno incluso estaría tentado de afirmar que determinados políticos son sólo dibujos animados, y además de la deficiente calidad de los de Hanna-Barbera. Lo único que saben recitar los jóvenes es la alineación del Madrid. Claro está que con el sistema educativo que padecemos, que sólo enseña el egoísmo y el amor por el dinero y deja las humanidades en la mierda, qué cabe esperar. ¿Nos debemos extrañar de que los políticos y esos otros políticos, los obispos, digan cosas tan estúpidas, si resulta que la media de educación es tan baja, gracias a sus incesantes desvelos, que el sentido crítico se ha ido a hacer puñetas, como en la Edad Media? Dios nos coja confesados, pues se están creando las bases para regímenes totalitarios futuros.
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