sábado, 29 de marzo de 2008
Indignación
La indignación es una poderosa fuente de inspiración, dijo Marcial, y lo que me hace escribir esto es una pregunta. ¿Qué ha hecho el Gobierno de Sagasta para impedir la muerte de la niña gitana, hija de un evangélico español? Lo único que se puede contestar es: desestimar una vez más los requerimientos de los agobiados huelguistas judiciales y seguir sin establecer un registro judicial que impida que los ladrones, los violadores, los asesinos, los políticos y los mafiosos del ladrillo puedan pasearse por la calle como Pedro por su casa. Hay algo de lo que no se debe prescindir nunca, de la justicia, y si no hay justicia en un país, el lugar de un hombre honrado será una cárcel.
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