miércoles, 19 de marzo de 2008

Ordenador enfermo

Ya hablé en otra ocasión de lo temperamental que es mi impresora. Pero ahora mi ordenador ha estado muy enfermo. Llevaba una temporada haciendo cosas raras; deliraba y los reflejos los tenía muy lentos, como si padeciera algún trastorno nervioso grave. Era una infección de aúpa; de tantos virus como andaban por su flujo eléctrico aquello parecía una auténtica septicemia. Mi hija se alarmó todavía más cuando le dije que habría que abrirle la cabeza, que tuve que llevarme bajo el brazo al hospital. Allí dijeron que no había remedio, que tenían que hacerle un electroshock; eso le borraría la memoria por completo. Qué brutos. Así que, en vez de a esos carniceros matasanos, lo llevé a unos manitas de cirujanos que en un momento dieron con la solución. Resultaba que una tecla se le había quedado apretada; y con un simple antivirus le quitaron lo demás. Con eso y con una dieta para bajar algo de peso ha mejorado espectacularmente. Así que ya lo saben: dos médicos son mejor que uno.

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