Dos noticias publicadas en el mismo medio, El País; la primera, aumenta el paro por el parón en la construcción; la segunda, que es preciso buscar ingenieros en otros países habida cuenta no sólo del bajón en las licenciaturas de ingenieros, sino de su súbito descenso de competencia y calidad. Pero el sistema educativo sigue pendiente de igualar por lo bajo, de no crear elites preparadas e investigadoras que podamos admirar... Pedro Solbes, poderoso caballero, vive más pendiente de la macro economía que de la microeconomía, y seguirá hasta que a largo plazo empiecen a verse los efectos desastrosos. De España se decía que exportaba científicos e importaba futbolistas; ahora ni siquiera exporta científicos, sino que también los compra. Y, si tenemos en cuenta el auge de economías de la miseria como China, pronto no habrá ni siquiera dinero para comprar. Dios nos pille confesados: se está desarticulando la clase media española, esa clase media que levantó el país después de que la alta lo hiciera trizas con sus idioteces doctrinarias. Mientras, la facultad de Filosofía de la Complutense está en huelga y Fernando Savater habla de "rentabilidad social" mientras cuenta los dividendos de sus acciones en PRISA. Cómo ha cambiado el hombre; es inteligente, escribe buena prosa, pero no se reconocería en un espejo si se mirara con los años que tenía entonces, pese a lo que diga en sus artículos. Se ve que sigue el consejo de Auden, el de irritar cuando se es joven a los viejos y cuando se es viejo a los jóvenes. Pero el problema es que estos viejos no se dejan irritar, porque ellos mismos se siguen creyendo jóvenes. Ahora los jóvenes lo tienen más crudo; les falta violencia, inteligencia y descaro y les sobra pusilanimidad, botellón y grosería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario