lunes, 15 de septiembre de 2008

La poliorcética de la asertividad

La poliorcética era el arte marcial o guerrero de fortificar ciudades; actualmente se denomina con esa palabra el arte de fortalecerse ante las agresiones psicológicas del exterior. La asertividad es una de las técnicas poliorcéticas que filtran nuestras relaciones con el exterior, asegurando relaciones legítimas, verdaderas de contenido y de calidad. O eso dicen.

En la habitualmente venenosa convivencia humana, donde la comunicación está viciada por todas esas cosas que definió la Escuela de Palo Alto como "El arte de amargarse la vida", para escapar de los dos polos del eje de la conducta, el agresivo o el inhibido, hay con frecuencia que cultivar las artes poliorcéticas de la asertividad, que Aristóteles llamaba el justo medio. La calidez en las formas y la solidez del fondo y, ante las embestidas desestabilizadoras del medio, reaccionar con la descripción sucesiva de los hechos, de los sentimientos que provocan, de las conductas que los provocan y remedian y de las consecuencias desfavorables de unas y favorables de otras; y usar la técnica primero del banco de niebla y luego del disco rayado.

La del banco de niebla es la del acuerdo en principio o acuerdo en parte, con la que se pretende hacer ver a otra persona que nuestra intención no es atacar su postura sino demostrar la nuestra, con lo cual se pueden afrontar en especial las críticas manipulativas. Es decir, el “es posible que...”, el "quizás tengas razón en que", el “puede ser que...”, el reflejar o parafrasear los puntos clave de la postura y continuar con el "pero lo siento, no puedo hacer eso”, “...pero no, gracias”, “...pero yo creo que no es así”. Cuando se trata de corregir a un alumno, la asertividad la entienden siempre mejor en primera persona, no en tercera; es una técnica de resolución o evitación de conflictos. El disco rayado posterior es la repetición invariable de una frase que resume nuestra actitud como encontronazo para el otro, de forma que resguarde nuestro interés diga lo que diga. El procedimiento consta de cuatro pasos:

*Expresar el sentimiento negativo que nos provoca la conducta de la otra persona.
*Describir objetivamente dicha conducta
*Explicar la conducta deseada
*Comentar las consecuencias beneficiosas que tendría el cambio deseado y las consecuencias negativas de que éste no se produjera.


Todo ello, claro está, con objetividad y serenidad en palabras, tono y volumen de voz apropiados y un lenguaje verbal que apoye las palabras sin resultar agresivo.

La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos (y también debería tener deberes):

*Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
*En ocasiones, derecho a ser el primero.
*Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
*Derecho a tener sus propios valores, opiniones y creencias.
*Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
*Derecho a experimentar y a expresar los propios sentimientos y emociones, haciéndonos responsables de ellos.
*Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
*Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
*Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
*Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
*Derecho a pedir lo que se quiere.
*Derecho a ser independiente.
*Derecho a superarse, aun superando a los demás. (Castanyer: 1996:48)
*Derecho a que se le reconozca un trabajo bien hecho.
*Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo, tiempo y propiedades.
*Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
*Derecho a ignorar los consejos de los demás.
*Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
*Derecho a estar solo aun cuando otras personas deseen nuestra compañía.
*Derecho a no justificarse ante los demás.
*Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
*Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
*Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
*Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
*Derecho a sentir y expresar el dolor.
*Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y, en los casos límite en los que los derechos de cada uno no están del todo claros, llegar a un compromiso viable.
*Derecho a no comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.
*Derecho a vulnerar, de forma ocasional, algunos de los derechos personales.
*Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
*Derecho a tener derechos.
*Derecho a renunciar o a hacer uso de estos derechos.


Pero eso es teoría; frente a la realidad de la Guerra nuestra de todos los días, los alumnos no tienen obligaciones, solo derechos que les llevan derechitos al fracaso. Estos son los mantras de los asertivos:

*No hay fracasos sino resultados.
*No hay obstáculos sino oportunidades.
*El miedo es lo que paraliza mi cerebro cuando no decido o cuando no resuelvo un problema.
*Vigilo PRIORIZAR MIS OBJETIVOS sin enredarme en lo accesorio, gozando el aquí y el ahora sin referencias al pasado (culpas) ni al futuro (preocupaciones).
*Afirmo mis deseos o sentimientos, en vez de manipular a otros. Decido por mí mismo lo máximo posible porque trato de no delegar mis asuntos en manos de otros. Primero centro todo y luego priorizo cada cosa.
*Celebro cuanto hago, siento o pienso, sin consumirme por lo que me falta. Me contento con el MÁS O MENOS, en lugar del "todo o nada". (La vida es lo que te pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes - J. W. Lennon).
*Soy el único juez de mí mismo. Hacer que me respeten es más importante que gustar. Nutro mi autoestima con autoaceptación consciente, sentimientos equilibrados y trabajo diligente.
*Resuelvo en vez de postergar. Confío en mis capacidades. No me lamento ni rebajo mi empeño, sino que actúo de inmediato sin mirar atrás. Si me atasco, REDEFINO el marco y veo el "diferente" paisaje de posibilidades.
*"Un hombre sólo posee aquello que no puede perder en un naufragio" (proverbio hindú). Poseo lo mínimo para poseerme lo máximo. No poseo a nadie ni me posee nadie.
*Convierto todo en mi vida, cada circunstancia, revés o problema, en oportunidad para crecer y aprender. Busco equilibrar mi conciencia, mis sentimientos y mis pulsiones.
*Todas las filosofías y religiones aportan coordenadas para situar el camino vital, con sentido y significación. En casi todos los casos, estas coordenadas son LA VERDAD Y EL AMOR. En este sentido, ser asertivo es ser virtuoso.


La asertividad tiene sus riesgos, muchos, y sus beneficios. Puede producir reacciones entre las personas poco habituadas a escuchar "la verdad"; en ocasiones, inhibe a los demás de decir lo que piensan para "evitar fricciones", aunque en su lado positivo, un aumento de la autoconfianza ante la posibilidad de expresarnos con autenticidad, nos permite establecer relaciones de mayor calidad basadas en la sinceridad, reduce al mínimo la posibilidad de malos entendidos, vence gradualmente el sentimiento de culpa que se padece cuando no se dice lo que se piensa; suprime la tendencia a la agresividad típica del resentimiento y la acumulación de situaciones inconclusas; y muy especialmente, impide que las personas nos manipulen y abusen de nosotros.

Siempre hay que tener claras las cosas, los objetivos que perseguimos en el encuentro y en cualquier cosa, huir de juicios de intenciones de otros, porque perdemos de vista nuestros objetivos. El modelo de una conducta asertiva que sirve para librarse de un cabreo o de una postura pasota es siempre el mismo: hechos, sentimientos, conductas y consecuencias.

En teoría; porque esto, que sirve individualmente, no sirve con grupos de alumnos repletos de hormonas.

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