Hay una famosa anécdota sobre el tuerto autor, de tremenda agudeza satírica, aunque la usó poco, comocido como Bretón de los Herreros. Tenía como vecino a un tal doctor Mata, no sé si el famoso Pedro Mata; pues este galeno, harto de que llamaran a su puerta preguntando por el célebre dramaturgo Bretón, puso un cartelito en la suya que rezaba:
«En esta humilde mansión
no vive ningún Bretón».
Bretón de los Herreros respondió con otro cartelito, también en verso:
«Vive en esta vecindad
un médico a la violeta,
que al pie de cada receta
pone «Mata», y es verdad».
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