Una de nuestras más incomparables bellezas tiene serias dificultades para caminar, padece isquemia cerebral e hidrocefalia y días atrás estuvo a punto de ahogarse al tomar un zumo, pero quiere casarse, Dios mío, a sus ochenta y dos años, con un hombre al que dobla en edad, que por algo es funcionario del Ministerio de Trabajo, y que se llama Alfonso Díez, aunque es presumible que de Sabio no tenga más que las ganas de heredar.
La Duquesa de Alba tiene más valor que su antepasado, el Duque de Alba.
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