miércoles, 4 de febrero de 2009
Mi lugar
Por ahí hay un montón de gente de España y del extranjero que me pide que escriba cosas: artículos, libros, de todo en fin. Yo mismo siento una imperiosa necesidad de escribir, de que es testimonio, por ejemplo, este blog, que se halla al borde de las novecientas contribuciones. Creo que valgo como investigador. Eso es lo que declaran mis premios y mi titulación, las actividades que desempeño y mis publicaciones. Pero resulta que las licencias por estudio sólo se conceden por eso, por estudio; no puedo pedir una para quitarme de encima todo lo que me piden. Ni siquiera me pedí una para acabar mi tesis, cuando tantos hay que la piden para eso mismo, de lo que ahora me arrepiento. Resultado: aquí me halllo, soportando el odio de los malos estudiantes, sin poder escribir apenas ni una línea de lo que se me reclama, porque no dispongo del tiempo y de la vida que me quita la enseñanza. Y ese es mi dilema. Pero no puedo al menos de dejar de escribir este blog, porque me ayuda a hacer higiene mental.
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