La sotana del padre Fortea
El padre Fortea es un quejica; cuenta hasta los mosquitos que le pican y las comidas malas que le ponen las monjas; pero sus lectores nos apiadamos de él por la gracia que pone en esas quejas y hasta hemos hecho una colecta para comprarle una sotana leve que no le dé calor en Roma y regalársela en su cumpleaños, que fue ayer. Qué quejica es el padre Fortea, pero también qué agradecido y qué simpático.
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