Para qué
¿Para qué va uno a aprender literatura, si se tiene un buen culo, una buena sonrisa, unos estupendos amigos -o, más bien, compañeros de farra mientras dure el dinero de papá-, unos maravillosos fines de semana y una tele de pantalla gigante donde no paran de instruirnos en todo tipo de idioteces y simplezas?
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