jueves, 25 de febrero de 2010

Arnold, lo que nos hace falta.

Queridos pocos amigos, hay una película actual interesante para los profesores, Una educación, dirigida por la danesa Lone Scherfig y que al parecer opta a algún Óscar de la prejuiciosa academia estadounidense de artes cinematográficas; si se han visto obras memorables sobre el tema como La versión Browning (la a blanco y negro, no el horroroso remake), que es una auténtica antítesis del Mr. Chips y una auténtica grima para un profesor con ilusiones, convendría ver también esta, que parece prometer; me gustaría revisar también un filme-biopic de cuyo título no me acuerdo, sobre el fundador de la Escuela de Rugby, el famoso poeta y humanista Matthew Arnold, cuyas ideas educativas y poesía habría que divulgar en la actualidad, cuando las humanidades están de capa caída, en particular su intraducido ensayo Cultura y anarquía; la versión estaba fundada en un famoso libro de memorias escolares del que ya no me acuerdo y era también a blanco y negro, como mucho de lo que merece verse hoy en día, en que muchos no pueden pasarse sin persecuciones, efectos especiales, tiros, golpes y actrices guapas demasiado repeinadas; también conviene ver Los cuatrocientos golpes, entre otras que tratan el tema educativo por Truffaut. Contemplar cómo el niño se enfrenta al papel en ese filme es una secuencia memorable que puede hacernos ver lo difícil que es transformar melones en cabezas sin ser hortelanos antes que frailes. Y es que la educación debería ser un deporte de villanos jugado por caballeros, o una anarquía guiada por una cultura.

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