miércoles, 24 de febrero de 2010
Heráclito y Demócrito, tópico literario
"Las cosas siempre ocurren dos veces en la historia: la primera como tragedia y la segunda como comedia", Karl Marx.
Algo parecido fue lo que ocurrió con la revolución española desde la Constitución de Cádiz en 1812 a intentar vanamente repetirlo en el Trienio Liberal (1820-1823). Es imposible tratar de sorprender a las fuerzas reaccionarias con la misma fórmula, tanto más después de la Revolución Francesa, lo que ya hizo fracasar la de Cádiz.
Y cuánta razón tenía el actor que, antes de morirse, dijo estas últimas palabras: "Morir es fácil: la comedia es difícil"; Feuerbach: "Solamente una vez es todo verdadero". Mentir es recordar, y es profanador, obsceno, como quería Aleixandre, a más de fatigoso y exigente de mucha memoria; cómo Sócrates al final del Banquete, resulta que la tragedia se parece más a la verdad que la comedia. Y Jaime Gil de Biedma:
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
–como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
–envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
10 y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Poemas póstumos. Madrid.1969
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