Tras Irlanda, le toca a Alemania (véase aquí), el país de donde proviene el humillado papa que rige esta rama de la cristiandad: ciento veinte casos probados, de momento, de pedofilia por parte de 98 sacerdotes en colegios de jesuitas, salesianos, maristas y franciscanos... por no hablar de los que no se declaran por pura vergüenza. Y ¿en España?, ¡qué va, aquí no pasan esas cosas! ¡Aquí somos más papistas que el papa! Aquí, todo lo más, se venden como chulos los curas, en la misma Mancha, usando los cepillos y las hermandades para pagar lel vicio, a costa de los curas honestos y modélicos, que los hay. ¿Para cuándo una investigación global de estos casos? Para nunca, aunque los haya, claro que sí; yo mismo he oído algunos. Este no es país para... niños, o para dejar que algunos, los religiosos degenerados, se acerquen demasiado a ellos. La iglesia haría mucho en dejar de ser hipócrita y debería admitir que muchos entre ellos son heterosexuales honestos u homosexuales honestos, pero muchos otros encubridores y deshonestos y merecedores de marchar a la cárcel como unos delincuentes comunes más, a intentar convertir (pervertir, diría uno) a gente parecida a ellos mismos, si pueden; la conferencia episcopal española debería aprender de los imanes españoles, que han expulsado al imán de Cartagena por abusar de niñas, pero no, lo que hace es esto. Debería de darles vergüenza, pero ¿tienen?
Ya lo decía un tal Ratzinger: "Cuánta suciedad hay en la iglesia".
Ya lo decía un tal Ratzinger: "Cuánta suciedad hay en la iglesia".
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