El día 12 de febrero de 1843 nacía en San Martín de Valencia Eduardo Boscá. Aunque veintitrés años fespués se graduó de Bachiller en Medicina y Cirugía en la Universidad valenciana y más tarde obtuvo la licenciatura en Medicina, no fue a la profesión de Galeno a la que dedicó su vida.
En efecto, Eduardo Boscá se licenció también en Ciencias y en la Universidad de la capital de España obtuvo el doctorado, en la sección de Ciencias Naturales, en el año 1873. Ese mismo año inició su labor docente como profesor auxiliar de Fisiología e Higiene veterinarias en la Escuela de Agricultura y Veterinaria de la Diputación de Valencia.
No había alcanzado el título de doctor y ya publicó su primer trabajo científico. Es de 1872 y se trató de una pequeña investigación micológica titulada Memoria sobre los hongos comestibles y venenosos de la provincia de Valencia. Trabajo significativo en la medida que en el mismo se incluyen seis especies de hongos desconocidas en España. Por este trabajo obtuvo la medalla de oro del Instituto Médico Valenciano. Sin embargo, su vida científica no iba a estar dirigida al estudio de las setas sino al de los anfibios y reptiles.
Dos años después obtiene por oposición la cátedra de Historia natural en el Instituto de Segunda Enseñanza de Xátiva y publica una Memoria sobre la recolección de reptiles, peces y zoófitos. De la población valenciana pasa, en 1876, al Instituto de Albacete y luego al de Ciudad Real. Un año después el Rector del distrito universitario madrileño le nombra, junto con el también naturalista y profesor en Ciudad Real, Enrique Serrano Fatigati, para que realice un estudio natural de la cuencas mineras de Almadén, Espiel y Belmar; recogen una buena cantidad de materiales (rocas, minerales, fósiles, etc.) que fueron enviados a los Institutos provinciales del distrito Universitario de Madrid (Toledo, Segovia, Cuenca y Guadalajara).
En 1881 es encargado por el gobierno para realizar estudios sobre reptiles en el sur de España. Es entonces cuando hace importantes aportaciones a la herpetología desde los ámbitos taxonómico y etológico principalmente. En este sentido hay que hacer notar que muchas de las contribuciones científicas del valenciano vieron la luz en el prestigioso Bulletin de la Société Zologique de France.
Asimismo, en el periodo comprendido entre 1877 y 1881, en los Anales de la Real Sociedad Española de Historia Natural publicó tres importantes trabajos de catalogación: a) el Catálogo de los Reptiles y Anfibios observados en España, Portugal e Islas Baleares, de 1877, primero de los catálogos de herpetología que vieron la luz en España con una extensión nacional; b) el catálogo herpetológico que comprende la comarca de Tuy: Nota herpetológica. Una excursión hecha en el monte San Julián de Tuy, trabajo de 1879 y c) un tercer catálogo que añade y corrige los datos aparecidos en el primero y que es, sin duda alguna, la más importante de las aportaciones científicas del valenciano y de las más significativas obras de este tipo publicadas en España en el siglo XIX: Correcciones y adiciones al catálogo de los reptiles y anfibios de España, Portugal e Islas Baleares, seguido de un resumen general sobre su distribución en la península. Este trabajo, de 1881, vio la luz simultáneamente, en francés, en el Bulletin de la Société Zologique de France. En esta investigación se anotan 11 nuevas especies en el territorio español. Por otra parte, hay que resaltar que Boscá realiza un catálogo novedoso en la medida que contiene un mapa en el que se muestra la distribución geográfica de los anfibios y reptiles, entre los que se incluyen 18 familias, 39 géneros y 55 especies y subespecies.
En 1883 abandona la ciudad manchega y marcha a Valencia donde se incorpora como Jardinero Mayor al Jardín Botánico de la ciudad. En 1889 es designado como depositario de una importante colección de fósiles que viene de Argentina y que había sido regalada al ayuntamiento de la ciudad del Turia por el ingeniero José Rodrigo Botet. En1892 Boscá es nombrado catedrático de Historia Natural de la Universidad de Valencia.
Sus publicaciones científicas aparecieron en importantes revistas científicas nacionales e internacionales. Además de las ya citadas escribió también en la Revista de la Real Academia de Ciencias, en la Revue internationale de sciences de París, etc.
Boscá participó en 1872, con otros científicos importantes como Ignacio Bolívar (1850-1944), en la fundación del madrileño Ateneo propagador de las Ciencias Naturales, fue socio de la Sociedad Española de Historia Natural, académico de la Real Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona (1879), académico corresponsal de la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales (1882), Caballero de la Real y distinguida Orden de Carlos III (1883), etc. Se jubiló a los 70 años pero siguió trabajando hasta su fallecimiento acaecido en 1924.
En efecto, Eduardo Boscá se licenció también en Ciencias y en la Universidad de la capital de España obtuvo el doctorado, en la sección de Ciencias Naturales, en el año 1873. Ese mismo año inició su labor docente como profesor auxiliar de Fisiología e Higiene veterinarias en la Escuela de Agricultura y Veterinaria de la Diputación de Valencia.
No había alcanzado el título de doctor y ya publicó su primer trabajo científico. Es de 1872 y se trató de una pequeña investigación micológica titulada Memoria sobre los hongos comestibles y venenosos de la provincia de Valencia. Trabajo significativo en la medida que en el mismo se incluyen seis especies de hongos desconocidas en España. Por este trabajo obtuvo la medalla de oro del Instituto Médico Valenciano. Sin embargo, su vida científica no iba a estar dirigida al estudio de las setas sino al de los anfibios y reptiles.
Dos años después obtiene por oposición la cátedra de Historia natural en el Instituto de Segunda Enseñanza de Xátiva y publica una Memoria sobre la recolección de reptiles, peces y zoófitos. De la población valenciana pasa, en 1876, al Instituto de Albacete y luego al de Ciudad Real. Un año después el Rector del distrito universitario madrileño le nombra, junto con el también naturalista y profesor en Ciudad Real, Enrique Serrano Fatigati, para que realice un estudio natural de la cuencas mineras de Almadén, Espiel y Belmar; recogen una buena cantidad de materiales (rocas, minerales, fósiles, etc.) que fueron enviados a los Institutos provinciales del distrito Universitario de Madrid (Toledo, Segovia, Cuenca y Guadalajara).
En 1881 es encargado por el gobierno para realizar estudios sobre reptiles en el sur de España. Es entonces cuando hace importantes aportaciones a la herpetología desde los ámbitos taxonómico y etológico principalmente. En este sentido hay que hacer notar que muchas de las contribuciones científicas del valenciano vieron la luz en el prestigioso Bulletin de la Société Zologique de France.
Asimismo, en el periodo comprendido entre 1877 y 1881, en los Anales de la Real Sociedad Española de Historia Natural publicó tres importantes trabajos de catalogación: a) el Catálogo de los Reptiles y Anfibios observados en España, Portugal e Islas Baleares, de 1877, primero de los catálogos de herpetología que vieron la luz en España con una extensión nacional; b) el catálogo herpetológico que comprende la comarca de Tuy: Nota herpetológica. Una excursión hecha en el monte San Julián de Tuy, trabajo de 1879 y c) un tercer catálogo que añade y corrige los datos aparecidos en el primero y que es, sin duda alguna, la más importante de las aportaciones científicas del valenciano y de las más significativas obras de este tipo publicadas en España en el siglo XIX: Correcciones y adiciones al catálogo de los reptiles y anfibios de España, Portugal e Islas Baleares, seguido de un resumen general sobre su distribución en la península. Este trabajo, de 1881, vio la luz simultáneamente, en francés, en el Bulletin de la Société Zologique de France. En esta investigación se anotan 11 nuevas especies en el territorio español. Por otra parte, hay que resaltar que Boscá realiza un catálogo novedoso en la medida que contiene un mapa en el que se muestra la distribución geográfica de los anfibios y reptiles, entre los que se incluyen 18 familias, 39 géneros y 55 especies y subespecies.
En 1883 abandona la ciudad manchega y marcha a Valencia donde se incorpora como Jardinero Mayor al Jardín Botánico de la ciudad. En 1889 es designado como depositario de una importante colección de fósiles que viene de Argentina y que había sido regalada al ayuntamiento de la ciudad del Turia por el ingeniero José Rodrigo Botet. En1892 Boscá es nombrado catedrático de Historia Natural de la Universidad de Valencia.
Sus publicaciones científicas aparecieron en importantes revistas científicas nacionales e internacionales. Además de las ya citadas escribió también en la Revista de la Real Academia de Ciencias, en la Revue internationale de sciences de París, etc.
Boscá participó en 1872, con otros científicos importantes como Ignacio Bolívar (1850-1944), en la fundación del madrileño Ateneo propagador de las Ciencias Naturales, fue socio de la Sociedad Española de Historia Natural, académico de la Real Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona (1879), académico corresponsal de la Real Academia de Ciencias Exactas Físicas y Naturales (1882), Caballero de la Real y distinguida Orden de Carlos III (1883), etc. Se jubiló a los 70 años pero siguió trabajando hasta su fallecimiento acaecido en 1924.
No hay comentarios:
Publicar un comentario