miércoles, 21 de abril de 2010

El mensajero del medio

O el Messenger. Es una mierda que sólo utilizan gentes con la cabeza vacía. ¿Qué se aprende con el Messenger? ¿A redactar? ¿A escribir correctamente? ¿A decir cosas con sustancia? Ni siquiera se aprende a decir, sino a parlotear, a cacarear. No quiero decir charlar, porque la charla posee una dignidad y un sentimiento verdaderamente coloquiales... No son actos de habla, sino mero cacareo privado de toda imposición de marco, contexto, situación y realidad: dejan el mundo y el pensamiento aparte para escuchar el ruido que hace el estreñimiento mental y el silbido del gargajo. Grafitti sucios y obscenos expuestos por mano que tira el spray y esconde la pezuña. Los sincara son un carajo de caraduras para los que no tienen persona, que es "máscara" en latín, y todo lo más personaje o fantasmón. No se puede ser cáscaras de humano. El Giligates tenía que ser. Yo diré para lo que sirve el Messenger: para pervertir a la juventud y para perder el tiempo en vez de estudiar, leer y divertirse de verdad. Y lo dejo ya, pues, aunque aún me queda vinagre para tan sosa ensalada, me gustan más los rábanos que las hojas.

1 comentario:

  1. messenger es sólo una herramienta, depende del uso bueno o necio (o malo) que se le dé. La sal que nos da la vida también nos la puede quitar, ¿es por eso mala la sal? Depende de cómo se use, cordialmente Roberto

    ResponderEliminar