viernes, 30 de abril de 2010

Ghost

Siempre que puedo no me pierdo el programa de cazafantasmas de la Sociedad Parapsicológica del Atlántico, Taps. Me gusta ver los piques entre los miembros del equipo y a los dos fontaneros intentando con todos los medios tecnológicos documentar aquello que objetivamente no existe. Y así es en el 90 % de los casos, porque a veces son falsos o intentan engañarlos y tomarles el pelo, pero a veces logran grabar algo en vídeo y cinta magnetofónica, y ese algo es conmovedor. Los meapilas americanos suelen asustarse de esas cosas, pero ellos corren persiguiéndolos con saña, y a veces los azuzan insultándolos para que se muestren. Una vez fue vergonzoso, porque dos miembros del equipo salieron corriendo. ¡Qué falta de profesionalidad! El lema del grupo es "los fantasmas también son personas".

Soy de aquellos a los que, si un fantasma se les aparece por la noche, pide que por favor le dejen dormir, que la noche es larga y uno tiene que trabajar, pero la verdad es que siento un legítimo interés, entre otras, por este tipo de supersticiones folklóricas, que se dan en todas las culturas, curiosamente, aunque el folklor es particularmente activo en Japón y en Indonesia. Los fantasmas que han documentado suelen ser siluetas monocromas y flotantes que aparecen súbitamente desde un único punto de la materia o del espacio, como nubes de contorno antropomórfico, pero nunca completas, sobre todo por la parte baja -se ve que eso no sirve de mucho en el otro mundo-, muy ágiles y huidizas y asustadizas; nos tienen más miedo que nosotros de ellos; hacen bajar la temperatura porque absorben todo tipo de energía cinética y poseen carga electromagnética; suelen aparecer donde hay electricidad (tormentas, por ejemplo) o cerca de grandes formaciones de cuarzo; en cuanto a los fenómenos electrónicos de voz, se muestran muy ignorantes, incluso a veces preguntan ¿qué es eso? cuando ven a los parapsicólogos llenos de cámaras termográficas, detectores de campos electromagnéticos y visores nocturnos. Hay de cuatro tipos: los residuales, los poltergeist, los eventuales y los bilocales; y no sólo hay fantasmas de humanos, sino de animales, de objetos y de seres no humanos. ¿Curioso, no?

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