sábado, 15 de mayo de 2010

Huelgas y Keynes


Convocar huelgas generales es inútil (ahí está Felipe González, hoy empresario y gran hombre de negocios, amigo del hombre más rico del planeta, Carlos Slim, comerciante con diamantes de sangre, al que le hicieron tres, y tan fresco); pero es menos que nada, porque, si no, el año que viene el gobierno se plantearía otra bajada. ¿Parezco pesimista? Pero si es puro realismo. Es el glorioso derecho al pataleo, el único que permite la demonocracia que vivimos. Por cierto que dije que los gerifaltes manchegos se habían subido el sueldo el año pasado un treinta por ciento; errata: me pasé de optimista, era el cuarenta. Creo que voy a cambiar de opinión y a pedir a la gente que se meta en política: hacen falta algunos honrados e inteligentes que controlen a toda esa mafia de amigos de constructores, aprovechados, tontos útiles, cínicos, narcisistas, pijos, vagos, manipuladores y canallas. Haría falta, porque los economistas dicen que la crisis que está al venir será mucho peor. A lo largo de la historia siempre han venido en parejas, más o menos cada siete u ocho años, y siempre la segunda ha sido la peor: después de la de 1921 vino la de 1929; cuando desde los tiempos de Reagan se desacreditaron las teorías económicas de Maynard Keynes, que era un genio, por las de la mafiosa Escuela de Chicago, la del "honesto" Milton Friedman, el chorizo-economista que falsificó los datos para que le concedieran el premio Nobel, como se ha demostrado, y llevó a la ruina a Chile; (eso de falsificar los datos es muy de Enron, Lehman bros. etcétera); la Escuela de Chicago, partidaria del libre mercado sin ética, puso los cimientos de lo que está pasando ahora.

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