Conforta saber que Alemania busca mano de obra cualificada en España. Aquí, donde tanto se desprecia, los jóvenes se mueren de asco, víctimas como son de la estéril y castrante Generación tapón, de la demostrada mediocridad de la clase media española, que sólo sabe invertir en ladrillos y que lo único que ha aprendido del franquismo es a cortar las cabezas altas, y del universal, sospechoso y edípico desprecio de algunos mayores a los jóvenes. Se suele decir que los jóvenes españoles no abandonan sus familias para independizarse; lo que no se dice es que no se les deja independizarse. Escribía Gracián en El Críticon que los españoles "trasplantados, son mejores", y es verdad. El español necesita la soledad para descubrirse y definirse a sí mismo, sólo muestra su valía saliendo de este hornillo de rencillas y envidiejas. A los europeos les podemos dar excelentes enfermeras y médicos, licenciados y doctores en paro a porrillo. Ellos prefieren mano de obra europea a reformar la ley de inmigración; España, que ahora puede suministrar mano de obra cualificada, debe volver a exportar emigrantes legales. Tal vez así aprendamos de lo bueno que posee Alemania, como por ejemplo unos sindicatos no viciados por la política y que compiten entre sí, que saben encontar salidas a las situaciones laborales más difíciles y no desprecian la formación del trabajador cualificado. Todos hemos visto esa hermosa serie de Televisión Española, casi la única, por desgracia: Españoles en el mundo. El empleo exterior es una salida que, como siempre, sólo los más viejos e inútiles pueden renunciar a tomar (los enchufados ya se sabe que se quedan).
Dejemos al lado esas mentiras con que nos lavan el coco a diario y atengámonos a los hechos que aparecen en la encuesta de estructura salarial del INE, un informe cuatrienal que deja en cueros la pura y sencilla verdad: el sueldo medio en España en 2006 fue de 19.680 euros al año, y cuatro años antes era de 19.802; es decir, que en el periodo de mayor bonanza económica de España, los sueldos no sólo no crecieron, sino que descendieron, y más aún si se tiene en cuenta la inflación. Es más, si nos remontamos a 1995, el primer año que se hizo la maravillosa encuesta, el salario medio era de 16.762 euros, por lo que para adecuarse a la subida de precios de la última década ahora tendría que ser de unos 24.000 euros. ¡Menuda diferencia de poder adquisitivo! ¡Y se trata del sueldo medio, que incluye el de los que más ganan! Otro dato más esclarecedor: la mitad de los españoles gana menos de 15.760 euros, esto es, son mileuristas... Esperemos los datos de la encuesta cuatrienal después de las medidas del Gobierno, que se nos antojan más de lo mismo, pero aún peor. Y la culpa de esto se debe a una crisis de inteligencia, no a una crisis precisamente económica: la clase media española es mediocre, se atiene a lo fácil y no crea empleo.
Seig heil
ResponderEliminarYa el ejército alemán hablaba bien de los voluntarios que se dejaron la piel en las afueras de Leningrado y volvieron a saber de nuestros arrestos en los 60-70. No extraña pues que la panzer Merkel nos pusiera como ejemplo de lo que ha de llegar a su país. Pero la realidad es más cruel. Vendría a ser un grito:
Eh vosotros, los de la periferia, si queréis vivir bien ya sabéis donde venir, pues ahí bajo solamente hay trabajo para camareros y alterne. Venid a engrosar la waffen SS que tras el juramento de lealtad, seréis nombrados caballeros de la orden.
Con Dios Ángela, amo mi país.