viernes, 28 de enero de 2011

Los verdes ya estarían maduritos y en edad de merecer

Juan López de Uralde preside un partido político, Equo, que por fin parece haber unificado el dividido mercadillo de verduleras que eran, hasta conseguir, incluso, que Los Verdes europeos los reconozcan. Igual, hasta me animo y voy a votarlos, aun sabedor de que, aunque presuman ya de ser opción política, más tienen forma de magma que de otra cosa y con el ninguneo que les hacen los siempre interesados y nada imparciales medios de comunicación y la ignorancia añadida del español medio, como mucho sacarían 0'5 de votos; mis coterráneos no ven más allá (ni tampoco les dejan) de Cánovas y Sagasta. Algo así como Egipto, pero en presunto democrático (cuando hablo de democracia española, lo mire como lo mire, me da una risa que me despanzurro, vamos a dejarlo). Nuestra evolución política podría resumirse en de la tiranía a lo egipcio a la bitiranía estilo Alfonso XII, (y aun con un retorno a la tiranía de cuarenta añitos y una indeterminada transición de preposfranquismo), que se podría decir; hasta que el poder se diluya completamente todavía hay mucho que esperar y trabajar.

2 comentarios:

  1. estoy de acuerdo amigo Romera que la democracia es relativamente reciente en nuestra añeja piel de toro y ni siquiera nosotros estamos plenamente convencidos ni habituados siquiera a vivir en plena libertad, pero ya sabe usted que la democracia es un mal necesario, ...si ya es ruín este mundo democrático, figúrese cómo sería entonces en la época de los romanos

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  2. Me alegra la noticia de que los verdes andan de nuevo intentando encontrar un hueco en el rancio parlamento español para, por lo menos, gritar algo diferente en el monocorde neoliberalismo financiero y energético que nos ha convencido de que, más que ciudadanos, somos consumidores. Nadie se atreve a decir que o reducimos drásticamente nuestro consumo o la falta de materias primas, el cambio climático y la superpoblación nos reducirán a nosotros, en realidad, a nuestros hijos, privados de lo que abusivamente les hemos arrebatado con nuestra desmesura inconsciente. Siento estar tan catastrofista, pero no solo les votaré, sino que si tengo ánimo, haré campaña. Un abrazo.

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