miércoles, 2 de febrero de 2011

Cinco millones de parados

Hace dos años escribía que Shoemaker no debía desanimarse con haber conseguido cuatro millones de parados y que, con un poco más de esfuerzo, podría llegar a los cinco perfectamente. Algún amigo entonces me dijo que sería imposible, que era una broma... Pues no. Ya se está viendo, y ya se verá más aún a fin de año, cuando nos tengamos que comer la mala uva. Que le den... una medalla a ese señor, nuestro propio Mubárak por lo que tarda en irse a gobernar a Namibia. Y no es que esté criticando a los políticos; nosotros mismos, clase media española, somos la causa de tanto paro y tanta crisis en nuestro país, suponiendo que sea nuestro, lo cual es bastante dudosillo, ya que lo gobierna Ángela Mérkel. Y la causa la somos

1. Por nuestro desdén hacia el que trabaja y se esfuerza, al mérito y a la capacidad.
2. Por nuestro desprecio y falta de apoyo al que se interesa por el progreso y el bien colectivo, no el individual.
3.Por nuestra propia falta de fe y confianza en el entusiasmo emprendedor de los niños y los jóvenes, esos ninguneados.
4. Por nuestra falta de voluntad para acabar (y perfeccionar) lo que empezamos, la abulia, como dictaminó Ganivet.
5. Por nuestra nunca bien poderada y señalada cicatería y avaricia.
6. Por nuestra falta de coraje para asumir nuestro cochino y glorioso pasado y re-unirnos.
7. Por nuestra mediocridad, en fin.

Por cierto que avergüenza oír los telediarios del primer canal. No se puede manipular más la información; sólo hay medias verdades cuando se trata cualquier noticia mala sobre el gobierno; en el fondo todo se reduce a "Shoemaker en el país de las maravillas". No hay anestésico ni poción mejor preparada. Da grima.

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