sábado, 19 de febrero de 2011

A vueltas con la ética

"Alfredo Arija Blázquez", No estamos en Finlandia. El País, 18/02/2011:

Ha llegado el momento de que mi novia y yo nos compremos un piso. Somos tan afortunados y jóvenes que nos dejan hipotecarnos por 40 años si fuese necesario, esa es la gracia de mi generación. Al encontrar algo que nos gusta nos sugieren pagar una parte en B para que ambas partes nos ahorremos impuestos. "Me crea usted un dilema moral", le dije al vendedor, "pues estuve unos años viviendo en Finlandia, donde la tributación no es a la carta y todo funciona la mar de bien".

Echando cuentas nos ahorraríamos aproximadamente un año entero de mi sueldo íntegro si decidimos defraudar, aun así no me decido a robar a papi Estado.

Sin embargo, pronto me ponen al día de cómo funcionan las Sicav que no tributan más que el 1%, mientras la empresa de mi hermano (donde solo trabaja él) aporta el 25% de sus beneficios. Me cuentan que el notario sale expresamente de la sala donde comprador y vendedor intercambian el capital para no hacerse partícipe de la trampa y no realizar por tanto su trabajo. O de cómo desde la Administración se deja caducar un expediente de fraude para no tener que husmear un asunto tan turbio.

Pero resulta que soy yo quien tiene que rescatar a un país a medio hundir laborando unos 365 días de más, cuando es el Gobierno quien debería realizar un control riguroso que no dé opción a la duda moral del pago o no de impuestos.

Los finlandeses no tienen más moralidad que nosotros por naturaleza. Lo que sí tienen es un sistema que persigue y se preocupa del fraude fiscal.

Eefectivamente, no estamos en Finlandia, y no porque nosotros no seamos como los finlandeses sino porque no nos dejan serlo

1 comentario:

  1. Son molinos

    Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

    Quisiera poder decirle esto a este buen hombre, profesor parece de naturales, que de bienintencionado parece manchego.

    Y decirle también. Ahora, que la izquierda está a punto de perder el poder,

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