Parece que la serie Lost o Perdidos no ha terminado todavía, al menos en este universo paralelo. En una isla remota del Pacífico ha surgido una columna de humo negro maléfico que nos tiene a todos acojonados. Algo se está quemando en el mundo, ya que es visible desde todos los puntos del globo, que, después de todo, también es una isla. Sale de un fogón nuclear donde unos desaprensivos japoneses intentaban cocer un plato de cerdo agridulce al plutonio, y no de la Cabaña de Jacob precisamente. Ni todos los esfuerzos de Locke, Sawyer y Jack han logrado aplacar al monstruo al que esos nipones han dado tanto fuelle: allí se están achicharrando vivos sin lograr achicar el fuego. Todo empezó con el terremoto que hizo la isla al moverse cuatro metros hacia el oeste. Entonces salió una humareda tal que sólo habría podido provenir de la garganta de Godzila.
Habrá que tener Karma con la iniciativa Dharma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario