miércoles, 1 de junio de 2011
De pepinos, móviles y periodistas
La gente le está cogiendo horror a los pepinos y a los móviles. No voy a decir dónde se pueden meter los pepinos y los móviles los periodistas, que insisten en asustar cotidianamente con el fin, siniestro, de vender más periódicos, lo que ni siquiera consiguen, y así les va. El día que cojamos miedo a los periodistas, a los políticos y a otros creativos publicitarios, gente más tóxica que el más tóxico pepino o móvil, habremos progresado algo. El pueblo está sitiado por el miedo que le infunden los dirigentes y sus sicarios de la comunicación rápida, tonta y sesgada; hora es ya de que, como proponía Shakespeare, tengamos miedo del miedo que tienen los demás (por ejemplo, los políticos y los periodistas, siempre miedosos de perder sus cargos) y consideremos, como decía también en Julio César, que de las cosas estúpidas la peor es tener miedo. Por lo demás, el pepino debería importarnos un pepino.
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