viernes, 16 de septiembre de 2011

Sobre si nadar sabe l'agua fría la llama / culpa de Ovidio / Quevedo.

El pobrecillo Ovidio planteándose a orillas de esa especie de Estigia que es el mar Negro si hay algo después de la muerte que le pueda pedir cuentas, aunque no precisamente el Dios cristiano, sino los manes de la casa patria o padres (Tristia, IV, 10, 85-88):


Si tamen extinctis aliquid nisi nomina restat,
    et gracilis structos effugit umbra rogos,
fama, parentales, si vos mea contigit, umbrae,
    et sunt in Stygio crimina nostra foro...


Casi las últimas palabras de Quevedo, según el epistolario de Astrana, fueron que "hay cosas que solo son un nombre y una figura". Pero la figura nos la definen los otros y nuestro nombre nos lo dan también. ¿Qué nos queda?

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