lunes, 10 de octubre de 2011

Las rutinas de Don Alguno

Pobre don Alguno, una de las cosas peores de envejecer es que el peso de las rutinas llegaba prácticamente a inmovilizarlo y atarlo de pies y manos, recluido en una jaula de costumbres con apariencia de casa donde se movía -es un decir- muy a gusto. Don Alguno se volvía maniático, repetitivo: una calcamonía pegada a su propio mundo. No había renovación posible, ni viajaba ni pensaba ni experimentaba cosas nuevas, nunca corría riesgos y todo lo nuevo lo dejaba sin empezar porque para él ya había concluido. Solamente le inquietaban esos vagos picores que parecían a veces recorrerle el cuerpo.

Pero cuando don Alguno se dio cuenta de que estaba sojuzgado por esta opresión, vino lo más terrible: la conciencia de que todas esas rutinas no lo salvaban, no lo protegían, eran nada o menos que nada y ni siquiera ofrecían consuelo: iba a morir con ellas o sin ellas y lo que hiciera en el interior de huevo huero y frío que era su casa no importaría a Nadie. Y, además, ¿para qué debía importarle? Y ¿por qué?

Pero esto debía ser falso, puesto que nada de lo humano le era ajeno y don Nadie haría bien en interesarse por don Alguno, una persona tan desconocida como Cualquiera, porque don Alguno, que no quería, ya no podía salir de su caja.


(De un Pseudounamuno)

1 comentario:

  1. LAs rutinas de uno

    LAs rutinas de uno suelen ser autodestructivas, debe encontrar al otro. A alguno no lo conozco, será descendiente de los musulmanes que dominó la hispania goda, pues solo conozco personas de uno en uno. A este uno, que no vino de las estepas, sin el otro, le pasa lo que al sistema inmune, a base de estar consigo inventa enemigos complejos a los que derrotar.

    La victorias se hacen rutinarias por repetitivas, a este uno le pasa lo que al de las estepas, que no encuentra rival de altura que le haga grande.

    El queísmo y dequeísmo son cuestiones gramaticales y desintaxis, pero algo dirá la literatura de quienes ponemos que a todo quisque.

    ¿y qué más? Pues nada que igual que nadie pero en impersonal. ¿como definimos lo impersonal que hay entre los humanos? Apatía podría valer.

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