martes, 27 de diciembre de 2011

Cartas y libros

Me felicitan las fiestas por todas partes, pero también me escriben sobre otras cosas. Gracias a Dios, mis análisis les sirven a algunos. Mi amiga y colega E. me envía un trabajo suyo para fomentar la escritura de ensayos entre los alumnos; la verdad, no veo a un crío de ESO ni de lo OTRO cavilando profundamente sobre nada que no sea esférico, pero si algo pudiera sacarse de ellos estoy seguro de que E. lo lograría, porque tiene lo que hay que tener para hacerlo; yo no podría; ella es mejor profesora y persona que yo; lo he leído por encima y me ha dejado muy admirado; cuando tenga tiempo le contestaré con más prolijidad (creo que su proyecto podría incluirse dentro de otro sobre redacción mediante los antiguos procedimientos de los catorce progymnasmata, aunque actualizados) pero no tengo tiempo ahora, lo que le escribo aquí por si le da por leerme. 


Quisiera comprarme los Articuentos completos de Millás, pero son caros; también el libro sobre la Revolución francesa de Pedrojota, pese a lo repateante del hombre, porque parece que es el fruto de una obsesión compulsiva y de no pocos librotes leídos, pero no sé si compensa lo caro del tomazo y sospecho que, asustado por el volumen de lo que intenta resumir, sólo ha tomado un episodito de la misma, eso sí, al parecer muy consultado en toda la biblioteca especializada que ha ido acumulando para su libro. 


He dejado para otro día el Manual del legionario romano y el del caballero medieval. Por el contrario me he comprado Los secretos de la motivación de José Antonio Marina o, como él escribe, JAM. No sé qué tendrá Marina, que siempre me motiva lo que escribe, siempre es interesante y ameno. A ver si consigo reproducir esa cualidad en otros, por ejemplo en mí mismo y en mis alumnos; de esperanza también se vive. Me escribe Raúl Morodo: dice que me ha enviado su último libro y que ha escrito algo sobre Félix Mejía; aprovecha para consultarme un punto oscuro sobre Ramón Salas; he hecho unas pequeñas indagaciones y creo haberle resuelto la duda a vuelta de mensaje. Le envío además mi biografía de Félix Mejía en documento adjunto.


He comprado también un libro del  mio compadre y gran latino Santiago Talavera Cuesta, una ya inencontrable refactura de su tesis doctoral, y la Poética de Luzán en Cátedra, por Sebold, aunque ya tenía la edición suya de Lábor. Esta está más actualizada, aunque uno se hace un lío tal como pone las versiones de 1737 y 1789, esta última seguramente un refrito con más cosas de Llaguno que de Luzán. La introducción, muy interesante, como todo lo de Sebold, a pesar de la manía que le tiene mi antiguo profe, Emilio Palacios Fernández, de quien recuerdo el pisito atestado de primeras ediciones de Feijoo. Avanzo con mi edición de las fábulas a paso de elefante, lento pero seguro. Me operan el día cuatro.

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