En Italia, entre lágrimas de cocodrilo, una ministra ha subido la jubilación hasta las puertas de la muerte; en el horizonte de la jubilación empieza a vislumbrarse a San Pedro con sus llaves. Dentro de poco, las Cuatro Postrimerías del catecismo serán cinco: Jubileo, Muerte, Juicio, Infierno y Gloria (no necesariamente en ese orden). Habría que buscar un nuevo Valdés Leal que lo pintara como se merece (no, por favor, Tapies no). El poder puede permitirse matar a diestro y siniestro, que siempre tiene legisladores, abogados y periodistas para limpiar la sangre, como bien sabía Don Berlusconi. Resulta curioso que, siempre que se arreglan las cosas en Europa, sea a costa de prescindir de los políticos, como ocurre en Bélgica, en Suiza y en Italia. Los políticos, como las guerras, sólo sirven para empeorar o aplazar los problemas, no para solucionarlos.
Consecuencia inevitable de la ininterrumpida suma de gobiernos conserva-duros desde mediados del siglo XX es la pérdida en las legislaciones de un derecho laboral conquistado con sangre, sudor y lágrimas de trabajadores durante siglo y medio de luchas sindicales y revoluciones burguesas. Es el comienzo del fin de la clase media, a la que se pretende desollar, esquilmar y aborricar hasta que sea manejable por los instrumentos estadísticos del insaciable poder económico. ¿Qué van a aumentar después que esto? ¿Años de Purgatorio de vida laboral ultraterrena? ¿Expedirán bulas pontificias para exonerar de años de Purgatorio? ¿Habrá reforma protestante, para que no exista Purgatorio? ¿O reformarán la Seguridad Social hasta que tengamos que pagar las bolsas de sangre y los órganos que donamos gratis? Eso, si es que hay todavía una Seguridad Social que nos haga vivir más para pagar una pensión que no merece la pensión con artritis reumatoide, arrugas, próstata hinchada, hipertensión arterial y un andador de metal hasta el trabajo, porque así vamos a tener que ir al curro los que no hayamos terminado de cotizar.
En Brasil un capitalismo emergente va a aprobar ya una ley para la Amazonia que consagra definitivamente la destrucción de una de las principales zonas de reciclado de CO2, por no hablar del vergel de especies naturales protegidas; ese suelo se va a destinar a la plantación de caña de azúcar para producir etanol, un combustible dizque ecológico que sustituye al petróleo y provoca el mismo o más CO2.
No hay que ir tan lejos; según datos de La Tribuna, en el año 2010 hubo en Ciudad Real 875 personas que ingresaron más de 100.000 euros (declarados; de los otros ni se sabe). Y son 51 más que en 2009, una buena noticia... para esos 51, porque el paro ha subido y, en realidad, el número de los que ganan menos de 5.000 euros ha crecido hasta los 50.000 también en la provincia. Veremos, dijo un ciego, quién paga más impuestos y a quién se le piden más sacrificios.
La más de la gente no emigra, se queda aquí comiendo (mal) de su trabajo, del paro y de Cáritas; sólo emigran los cerebros, y esos se van a China, Asia u otros lugares donde también se quedan los científicos e ingenieros chinos; los parados chinos sí que emigran... a España, a vendernos sus productos, tan bien hechos y tan baratos que da grima comprarlos, en inmejorables condiciones laborales compradas con las de China. En la Universidad Española no hay cátedras de flan chino mandarín siquiera, no interesa, mejor es hacerse oenejero, trabajador social e irse a redimir negritos o amarillitos haciendo de rey godo Turismundo. Mervilleux!
Acaban de sacar plazas para profesores asociados doctores en la UCLM; sólo hay que ver el papeleo, lo que no pagan, lo que exigen, los horarios infames, la necedad de los programas, el desinterés de los alumnos y el baremo manipulable y de edad de piedra para que una insuperable pereza me haga pasar a otra cosa mariposa, como antes de ahora, pues no tengo tanto ego que quiera ser más de mí mismo. Como escribía Montaigne, soy tan pobre como me imagino, sire. No más rico. Si lo que quiero es publicar o arrendar mis escritos, que es lo único que podría querer y para lo que no tengo problemas (la verdad es que tampoco me apetece demasiado, o no tanto como escribir narrativa o ensayo) que sigan con sus pobrecillos becarios sido/sado/sodo/porculizados. A quien no vale para trabajar lo envían a la Universidad a esparragar y difundir las bondades del estropicio, la ignorancia y el clientelismo, House dixit. No me extraña: sólo hay que ver los numerosos errores de tontol'haba que se encuentran en las necias pruebas de selectividad por todo género de materias y universidades, esta entre otras no pocas. Eso sí, mire usted lo llenas que están las facultades de Económicas y de Políticas: todo el mundo quiere ser banquero o político. ¿No era lo mismo el ying que la yang? Es lo necesario al país: bancopolíticos, o politibanqueros, déjese usted de científicos, técnicos y hombres de letras, que viven como Carpanta. Voltaire decía que si se contempla a un banquero suizo tirarse por la ventana, uno se debe tirar detrás, porque seguro hay algo que ganar. Si queremos que la OTAN valga lo que cuesta, en vez de declararle la guerra a Afganistán y a los moros tendríamos que declarársela a Suiza, a los Paraísos fiscales, a los banqueros y a los políticos. Curiosamente, en la pacifista y pacífica y neutra Suiza no hay banqueros ni políticos, sólo ladrones y mercenarios. Casi lo mismito que en Afganistán.
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