(Compilación de Fernando Berzosa)
A la mano con un pimiento: Viene a indicar al compañero que corte el mus sin tener grandes cartas cuando un contrario tiene la mano.
A la mano, ni agua: Que se quite el mus con lo que se lleve, equivalente a la frase anterior.
Agarrarse a la mesa: Jugar al tanto, sin farolear ni ordaguear.
Ahí estoy: Que no lleva jugada y se quiere uno descartar.
Ahí hay un cuarto para llorar: Frase destinada a la pareja contraria cuando se queja de la mala suerte en el reparto de cartas.
Ala: Se pronuncia cuando no se quiere envidar o no se quiere aceptar un envite; es lo mismo que paso.
¡A llorar a los Paúles! Mandar a alguien al famoso templo expiatorio que socorre a los pobres equivale a llamarle llorón.
Al trantrán del trantranero: Cuando se van dejando al paso todas las jugadas.
Aquí se viene llorado: Se dice para que los contrarios no se lamenten tanto.
Barbas: Reyes.
Bocarrana: El cinco de bastos. Se dice que "quien tiene bocarrana / no gana"
Calzones: Empatar a dos juegos (si se juega a 5, claro).
Ciego: No llevar nada: "Voy ciego".
Comer mesa o tablero: No vigilar a los contrarios por si se hacen señas.
Con juego y pares, / corta el mus y no te azares: Sobran comentarios.
¡Con la chica no se salen! Frase para evitar que el compañero eche órdago a todo pudiendo peligrar una buena jugada suya.
Con las suyas no se salen: Aviso al compañero para que actúe con calma y no queme los últimos cartuchos en el lance que se halla en juego.
Con tres ases de primera / corta el mus y vocifera: Para el caso que se tenga una primera jugada con tres ases, hay que cortar el mus, realizar grandes envites a la grande para amedrentar al contrario y ganar posteriormente la chica y los pares.
Dos boticarias: Dos sotas.
Dos cero / y Zamora de portero: Esta frase la dicen los que van ganando dos a cero señalando además que esperan mantener el cero
El Banco Bilbao: Jugada de tres o cuatro caballos.
El brinco: Envidar dos a grande, tres a chica y cinco a pares.
El corte del enano: Aplíquese cuando los contrarios han cortado el mus sin fruto a su favor.
Gallegos (o gallegas): Dúplex de pitos y reyes. Se le llama "gallego" porque está en medio, muy alto por un lado y muy bajo por el otro (como el tópico acerca del carácter de los gallegos de no saber si suben o bajan de la escalera).
Envido más: Cuando el contrario responde a un envite con otro envite más.
Escopeta y perro: Con ello se indica al compañero que se tiene un rey y un caballo.
Escopeta, perro y gato: Rey, caballo y sota.
Es jugada cual ninguna / tres reyes con treinta y una: Creo que no necesita explicación.
Esto es sequía / y no lo de Etiopía: Suele decirse cuando viene una mala racha de cartas, que siempre dura más de lo que se desea.
Estoy puesto / por el Ayuntamiento: Cuando por razones de las malas cartas recibidas continuamente, un jugador lleva tiempo sin poder entrar en los envites.
Farolero: Se le dice al jugador que roba una jugada, sin tener ley para ello.
Gandul: Llevar diecinueve tantos de tanteo.
Hacer la carrera del señorito: Se exclama al dar la vuelta a una partida que se iba perdiendo.
¡Incierto se presenta el reinado de Witiza / Vitiza! Exclamación que se supone de origen histórico para indicar que la partida está muy reñida y no se sabe lo que va a ganar. La suele pronunciar quien se cree ganador.
Jugador de chica, perdedor de mus: Poca explicación requiere una frase que parece proceder de las estadísticas.
Juego de tacón: Treinta y una.
La cabra se dice mucho en Andalucía. Se hace "la cabra" cuando se busca la treinta y una con el riesgo de quedarse sin nada al menor corte.
La ley del mus: Dos reyes, caballo y sota para grande, o dos ases, cuatro y cinco para chica.
La jugada ladrona: Rey, caballo y dos ases.
La jugada del tío Perete / Cuatro, cinco, seis y siete.
La mano azota el culo: Indica el peligro que encierra meterse con la mano.
La mano de un niño: Se dice cuando se quiere envidador cinco piedras.
La mano vale cinco: Fanfarronada con que el mano anuncia su inmediata y brillante actuación.
La raya: Es lo mismo que un órdago. Se dibuja una raya imaginaria sobre la mesa.
La real (o la princesa): Treinta y una de tres sietes y una figura cualquiera (con variantes).
Las de Hontanares: Envidar de entrada "dos a grande, tres a chica y cuatro a pares (si los hubiera)", por supuesto, para intimidar a la pareja contraria).
Las de Torcuato / dos, tres y cuatro: Envidar dos a grande, tres a chica y cuatro a pares.
Los dientes del choto / que son dieciocho: En este caso se pronuncia para envidar 18 piedras.
La tarea del negro: Los que van perdiendo por dos a cero y al final remontan y ganan la partida.
Llevar la tuerta: Tener la jugada de treinta y una.
Llevar solomillo, manitas de cordero o la bonita: Tener media de reyes y un as.
Llevo dúplex y treinta y una: Es imposible llevar ambas jugadas al tiempo, pero esta frase sirve para indicar al compañero que se posee buen juego sin concretar más.
Muerte dulce: Cuando los contrarios han perdido un juego, apenas sin darse cuenta, piedra a piedra.
¡Mus sin verlas! No es muy sano prodigarla, pero de vez en cuando altera los nervios del contrario, lo cual es saludable.
No saben tenerlas: Despreciativa actitud ante la capacidad musística de la pareja contraria.
No son muchas / ¡Órdago y tres más! Con cualquiera de estas expresiones se indica la aceptación del envite contrario, lo que equivale a decir ¡Quiero!
Nos saca la marea: Con esta frase se da confianza al compañero y se le recuerda la ventaja adquirida.
Os llevamos en el pico: Frase para indicar a los contrarios que van perdiendo de manera muy fácil.
¿Os rendís?: Repetida a lo largo de la partida si los tanteos parciales os favorecen, termina por enfurecer al contrario.
Pase del negro (mus negro): Pasar (Darse mus) llevando jugada fuerte, imbatible, esperando que envide (corte) el contrario.
Pitos: Ases.
Que den una vuelta: Querer quitar el mus.
¡Quiero y no pierdo! Frase admitida en partidas de amigos. Se pronuncia por el último jugador cuando lleva el peor juego posible -treinta y tres- y equivale a no querer el envite.
Recoge las herramientas: Se dice para que recoja los descartes quien reparte las cartas, que se ha olvidado de hacerlo, y poder empezar el juego.
Riñones atados: 3 de bastos.
Salirse: Llegar a treinta o cuarenta de tanteo.
Saltó y vino: Que el descartarse y reponer después, se ha ligado jugada.
Soy conocido en el mundo entero / por no quitar mano a mi compañero: Cuando se quiere respetar la mano al compañero dejándole la posibilidad de ligar.
Toribio: El que tiene dos ases.
Una para Cangas y otra para Tineo: Un amarraco que pongo a mi compañero y un tanto para mí.
Un envite es un convite: Forma de aceptar un envite de dos tantos.
¡Ya llueve menos! Cuando los que van perdiendo, empiezan a ver clara su remontada.
Zaragozana: Cuando una pareja que va perdiendo por tres juegos a cero y al final gana la partida por cuatro a tres.
Zorra con dos rabos : Dos reyes y dos ases.
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