Tomado de El País:
La llegada (Denis Villeneuve, 2016)
De qué va. No todas las heroínas llevan capa. El superpoder de la doctora Louise Banks (Amy Adams) es la lingüística, y con ella ha vengado a todos los filólogos del mundo. 'La llegada' es una parábola sobre la comunicación (y la peligrosa ausencia de ella).
Por qué nos hace más inteligentes. Porque presenciamos cómo funciona la formación del lenguaje. Horas y horas de conversaciones sin salida permiten a Louise descifrar la gramática, la morfología y la sintaxis del lenguaje de los alienígenas. Y salvar el mundo. Invita al espectador a presenciar cómo se edifica formalmente un idioma. Sergio García, experto en psicología en el cine, lo explica: "Aprendemos el lenguaje escuchando a otros hablantes y les imitamos. Y en esa imitación hay un ensayo y un error. Primero aparece una palabra, hacemos acercamientos a esa palabra... hasta finalmente hacer coincidir lo escuchado con lo dicho. En realidad, es casi un ejercicio matemático"
Memento (Christopher Nolan, 1999)
De qué va.Leonard (Guy Pearce) busca al asesino de su esposa, quien además le provocó una amnesia a corto plazo que le impide recordar nada de lo que ha sucedido entre el ataque y el momento presente. Solo recuerda el último par de minutos que ha vivido. La película está contada de forma inversa, del final al principio: empieza con la última escena de su investigación y acaba con el origen de la historia. El espectador, de este modo, tiene tanta información como el propio Leonard.
Por qué nos hace más inteligentes. Porque activa nuestra empatía cerebral y emocional. Es distinto entender algo que sentirlo. "En este caso, el espectador entiende lo que está viendo, y a la vez comparte la angustia del protagonista", describe Verónica Cruz, co-directora de la iniciativa sobre inteligencia emocional Rapport. Y añade: "La empatía puede ser heterocentrada (ponerse en el lugar de alguien racionalmente) o autocentrada (sufrir con esa persona). En 'Memento' se dan los dos tipos de empatía, de modo que la involucración del espectador es absoluta".
Doce hombres sin piedad (Sidney Lumet, 1957)
De qué va. Un chaval de clase baja supuestamente apuñaló a su padre hasta la muerte. Si los doce integrantes del jurado concluyen que existe duda razonable, han de declararle no culpable. En la primera votación, solo uno de ellos le considera no culpable.
Por qué nos hace más inteligentes. Porque retrata el funcionamiento de la mente humana. Expone cómo la mente puede razonar a través de y gracias al lenguaje. Según Sergio García, experto en psicología en el cine, "el pensamiento humano se genera como resultado de las palabras". "Los personajes deliberan a través de su discurso, y no al revés; utilizan palabras que ya conocen para dar forma a opiniones que no tenían hasta ahora", describe García. Y añade: "La película sugiere que los testigos no siempre son una prueba determinante en un juicio. Cuando una persona ve un acontecimiento, el recuerdo que después tendrá de esos hechos queda mermado o influido por lo que sucede después, la expectativa, la sociedad o la propia moral del testigo. La memoria es volátil. Así que un testigo no siempre será una prueba determinante, como se pensaba antiguamente".
El gran Lebowski (Joel Coen, 1998)
De qué va. El Nota (Jeff Bridges) se mete en líos de mafiosos cuando es confundido con otro Jeff Lebowski. Secuestros, maletines, rescates, bolos, laca de uñas verde y una banda (des)organizada, autodenominada "los nihilistas", amenizan la vida de El Nota.
Por qué nos hace más inteligentes. Porque condensa la filosofía nihilista y nos incita a disfrutar el momento. En realidad el único nihilista de la película es El Nota. Y representa con total naturalidad la filosofía nihilista más doméstica y cotidiana. Mientras el resto de personajes se aferran a códigos de valores morales (Walter y la guerra de Vietnam), familiares (Maude, obsesionada con proteger a su padre y con procrear), económicos (la falsa banda de secuestradores) o competitivos (Jesús y su fervor con la liga de bolos), El Nota solo quiere recuperar su alfombra porque "realmente le daba ambiente a la habitación". Él no cree en nada más que en lo que tiene delante en cada momento.
Del revés (Peter Docter, 2015)
De qué va. Riley es una preadolescente que sufre frustración ante la mudanza de su familia. Su mundo interior está protagonizado por cinco carismáticas y coloridas emociones: la alegría, la tristeza, la ira, el asco y el miedo.
Por qué nos hace más inteligentes. Porque simplifica algo tan complejo como las emociones humanas. Verónica Cruz, co-directora de la iniciativa sobre inteligencia emocional Rapport, asegura que el éxito de la película reside en normalizar las emociones y tratar algo que todos conocemos, pero de lo que no se habla. "Es muy importante que los padres de Riley validen las emociones de la niña. Se preocupan, la entienden y, a partir de ahí, reaccionan. Por eso es necesario expresar la tristeza, porque despierta una reacción entre las personas que nos rodean, tiene una función social", asegura Cruz. Cuando alguien atraviesa un proceso de maduración, tarda mucho en darse cuenta de ello, y la adolescencia de Riley se precipita por sus circunstancias familiares.
Ex Machina (Alex Garland, 2015)
De qué va. Nathan (Oscar Isaac) invita a Caleb (Domnhall Gleeson) a conocer a Ava (Alicia Vikander), su creación de inteligencia artificial. Quiere que compruebe si ella es capaz de razonar, si alberga una conciencia y si puede generar empatía.
Por qué nos hace más inteligentes. Porque nos explica la inteligencia artificial. Las nociones de libre albedrío, ideas preconcebidas y misericordia no significan lo mismo en esa habitación. Y al conocer a los distintos seres que Nathan ha creado, el espectador es testigo de varios grados de inteligencia artificial: esas máquinas humanoides son capaces de generar sumisión, sentimientos, insurrección, manipulación. O todo a la vez. Nathan, por su parte, lleva el complejo de Dios a un nivel inexplorado. 'Ex Machina' es una versión intimista de 'Terminator 2'.
Margin Call (J. C. Chandor, 2011)
De qué va. Año 2007. En 36 horas, los empleados de un importante banco de inversiones de Wall Street van descubriendo que se avecina la mayor crisis económica de las últimas décadas.
Por qué nos hace más inteligentes. Porque viéndola entendemos muy bien la despiadada crisis económica que nos azota. La empresa descubre que el cataclismo es inminente, porque las hipotecas y los préstamos que ha ido concediendo alegremente durante años son más volátiles de lo que deberían. Inmediatamente, deciden vender esos activos tóxicos. Los jefes sabían esto desde hacía semanas, pero consideran que forma parte del ciclo económico. Y están tranquilos porque saben que, durante los dos años siguientes, la crisis mundial les permitirá conseguir beneficios económicos ante la cantidad masiva de gente que querrá deshacerse de sus acciones. Moraleja: al final siempre ganan los mismos.
Contact (Robert Zemeckis, 1997)
De qué va. Ellie Arroway (Jodie Foster) vive esperando una señal de vida extraterrestre. Un día, la recibe.
Por qué nos hace más inteligentes. Porque nos ayuda a entender el universo. Se trata de una fábula realista sobre cómo podría desarrollarse una comunicación entre los humanos y los alienígenas. Ellie Arroway atraviesa varios agujeros de gusano (una teoría física que asegura que permite conectar dos puntos del universo y trasladarse de uno al otro en cuestión de segundos) hasta encontrarse con las formas de vida extraterrestres. Pero ellos tampoco tienen todas las respuestas: el universo es demasiado inmenso para que una sola civilización pueda comprenderlo en su totalidad.
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