sábado, 19 de agosto de 2017

El desprecio político a la educación

Cuánto mal han hecho y hacen los políticos a nuestros niños y jóvenes. ¿Hay algún país donde la autoridad, cualquiera que sea, permita el botellón sino en este? ¿Algo que no beneficia en nada, sino que deteriora la salud, la moral, el futuro, la educación de nuestros jóvenes? ¿Es que no hay alternativas más culturales, divertidas o limpias que beber hasta perder el conocimiento, emporrarse, conducir borrachos y perder un tiempo que debía gastarse en estudiar exámenes de junio o de septiembre? ¿Que adoptar unos horarios noctívagos que alteran los ritmos biológicos, impiden la vida familiar o vetan ir al instituto por la mañana, y si se va, es tan cansados que resulta inútil y no hacen sino molestar? ¿Que juntarse en gavillas acaudilladas por gente sin otro propósito que perder la razón, ensuciar la calle, drogarse, burlarse de los mayores o follar en los bancos del parque? 

Si a los políticos les preocupara la juventud, lo primero que prohibirían sería el botellón. No lo digo yo. Lo dicen los que conocen la raíz del mal que crece en nuestra juventud porque son jueces de menores, como Emilio Calatayud, quien además es ciudarrealeño. Resumió la fórmula que adoptan los políticos para crear continuamente el prototipo del joven nini alérgico al crecimiento que buscan, fundándose en las experiencias de la Guardia Civil y la Policía:

1. Dadle al menor todo cuanto desee, así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo.

2. Reídle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.

3. No le déis ninguna formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!

4. Nunca le digáis que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado. Primero creerá que le tienen manía y, más tarde, se convencerá de que la culpa es de la sociedad.

5. Recoged todo lo que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.

6. Dejadle ver y leer todo: limpiad con detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio recto.

7. Padre y madre, discutid delante de él, así se irá acostumbrando. Y cuando la familia esté ya destrozada, lo encontrará de lo más normal, no se dará ni cuenta.

8. Dadle todo el dinero que quiera: así crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar, porque basta con pedir.

9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer, beber, divertirse… ¡De otro modo podría acabar siendo un frustrado!

10. Dadle siempre la razón: son los profesores, la gente, las leyes… quienes la tienen tomada con él.

El PEPOE le da la razón a la juventud en todo. No le exigen esfuerzo y siempre le están dando lo que pide para quedar bien. El PEPOE es, pues, el culpable de la juventud que tenemos. Y ahora, como decía Marco Aurelio, si no queremos educarlos, los tendremos que soportar. Por eso, entre otras cosas, tanto el PP como el PSOE envían a sus hijos a los Marianistas o al San José para que les den allí aquello que niegan a los hijos de los demás en la enseñanza pública y en sus políticas. Marianistas por Mariano más que por María. ¿En dónde, si no, se criaron  ese preclaro socialista Manuel Marín hijo de un falangista que fue presidente de Hermandad de Alféreces Provisionales, ahora presidente de la eléctrica Iberdrola que tan poco hace por la economía colaborativa en energía? ¿Ese descendiente de caciques, José María Barreda? ¿Ese Miguel Ángel Martínez? ¿Adónde envían a sus hijos a educarse? ¿A países con botellón como el nuestro, o  a aprender idiomas fuera? ¿Qué dejan para los que no pueden pagarse estudios ni idiomas? Y Bono, otro meapilas que tal, hijo de un alcalde franquista, también formado en colegios de pago de la iglesia donde conocer a los de su esfera, la esfera de los que mandan. Porque tienen el dinero para pagarlos. Por eso siempre están arriba, como la mierda que flota; lo dicen los estudios modernos: los hijos de papás con dinero triunfan en la vida y tendrán más hijos que triunfen en la vida. Es la ley de la selección natural económico-político-social. Los pobres, a no ser que lo roben o den el braguetazo, no. Suena basto, pero hay un sociólogo francés que lo demuestra, además, con estadísticas: siempre están las mismas familias arriba, lo que los podemitas llaman casta. Los políticos, en su gran mayoría salidos de la enseñanza privada y que no conocen otra, han degradado la enseñanza pública, la han deteriorado irreversiblemente, y han dejado que la privada siga aquilatándose y creciendo. Muchos de los tres millones de españoles clase media que ahora son de la baja tienen que ir a la enseñanza pública porque ya no pueden pagar la privada y lo primero que han visto es eso. El nivel es más alto, pero las instalaciones son peores y los valores, inexistentes: puro darwinismo social, pero sin el futuro asegurado que da la privada.

Hay que decirlo de una vez: aunque los institutos públicos saquen mejores notas de selectividad que los privados, que proporcionan sus notas a la estatura económica y social de los padres de sus alumnos, el futuro está asegurado solo donde corre el dinero: en los privados. Por algo tienen mejores instalaciones, mejores enchufes, gente más adinerada y poderosa. Por algo no solo tienen la sartén por el mango, sino la propiedad de la cocina. A ver qué máster en qué universidad extranjera se ha sacado el hijo de la portera y cuántos hijos de portera hay en en los cuadros de los partidos "socialistas". Que me muestren uno solo que tengan para enseñarlo llegado el caso. Pero por lo menos los socialistas construyen escuelas, por ejemplo en Las Casas, o bibliotecas, por ejemplo la nueva de Ciudad Real. Los peperos, ni eso: están demasiado ocupados haciendo un nuevo broche de la hermandad del Santo Prepucio para Semana Santa.

Ah, por cierto. Emilio Calatayud se formó en un colegio privado. Aunque tenga más conciencia social que algunos socialistas de mierda de hoy que no prohíben el botellón y que no aman a nuestros hijos, sino a lo que ellos han creado con su dejadez y su desprecio a la educación y a los valores: los ninis.

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