Frases que honran a quien las escribió, Voltaire
Juzga a un hombre por sus preguntas en lugar de por sus respuestas.
La vida es un naufragio, pero no hay que olvidar cantar en los botes salvavidas.
Nunca vivimos, estamos siempre en la expectativa de vivir.
La ilusión es el primero de todos los placeres.
La felicidad nos espera en algún sitio, a condición de que no vayamos a buscarla.
Ser bueno, solamente con uno mismo, es ser bueno para nada.
Lo perfecto es enemigo de lo bueno.
No pienses que el dinero lo hace todo, o vas a terminar haciendo todo por dinero.
Solo es rico el que sabe limitar sus deseos.
Piensa por ti mismo y deja que otros disfruten del privilegio de hacerlo también.
Hay verdades que no son para todos los hombres, ni para todos los tiempos.
Dios nos dio el don de la vida; depende de nosotros darnos el don de vivir bien.
Todo hombre es culpable de todo bien que no hizo.
El sentido común no es tan común.
El azar es una palabra vacía de sentido.
Nada puede existir sin causa.
El hombre es libre en el momento en que lo desea hacer.
Ningún problema puede resistir el asalto del pensamiento sostenido.
No podemos desear lo que no sabemos.
La única cosa necesaria para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada.
La duda no es una condición agradable; pero la certeza es absurda.
Cuanto más leo, más adquiero y más seguro estoy de que no sé nada.
El amor es la más fuerte de las pasiones, porque ataca al mismo tiempo a la cabeza, al cuerpo y al corazón.
Atrévete a pensar por ti mismo.
No es suficiente con conquistar, hay que aprender a seducir.
Apócrifa: No estoy de acuerdo con lo que tienes que decir, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo.
El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad.
La fe consiste en creer cuando creer está más allá del poder de la razón.
No sé hacia dónde voy, pero estoy en mi camino.
La perfección se alcanza poco a poco: requiere la mano del tiempo.
Las lágrimas son el lenguaje silencioso del dolor.
La boca obedece pobremente cuando el corazón murmura.
El que no es justo es severo, el que no es sabio es triste.
La decisión más importante que hacer es estar en un buen estado de ánimo.
La opinión ha causado más problemas en esta pequeña tierra que las plagas o los terremotos.
El Paraíso fue hecho para corazones tiernos; el infierno para los corazones sin amor.
Cuando se trata de una cuestión de dinero, todo el mundo es de la misma religión.
Los hombres odian a las personas a quien llaman avariciosos solo porque no pueden ganar nada de ellos.
El optimismo es la locura de insistir que todo está bien cuando somos desgraciados.
Raramente estamos orgullosos cuando estamos solos.
Los que te pueden hacer creer absurdeces te pueden hacer cometer atrocidades.
A los vivos les debemos respeto, pero a los muertos solo les debemos la verdad.
Mi vida es una lucha.
¿Hay alguien tan sabio como para aprender de la existencia de los demás?
Cada hombre es una criatura del tiempo en el que vive, y pocos son capaces de elevarse por encima de las ideas de la época.
Sé valiente, proclama en todas partes.
Solo viven quienes se atreven.
La indolencia es dulce y sus consecuencias amargas.
Hay que distinguir entre hablar para engañar y estar en silencio para ser reservados.
El oído es el camino hacia el corazón.
Lo superfluo es una cosa muy necesaria.
Cuanto más nos detenemos en nuestras desgracias, mayor es su poder para hacernos daño.
El aprecio es algo maravilloso: hace que lo que es excelente en otros nos pertenezca a nosotros también.
Es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran.
El verdadero triunfo de la razón es que nos permite llevarnos bien con los que no la poseen.
No es suficiente ver y conocer la belleza de una obra: debemos sentir la y estar afectados por ella.
Ése debe ser muy ignorante, porque contesta a todas las preguntas que se le hacen.
Ama a la verdad, pero perdona el error.
Para tener éxito en el mundo no es suficiente con ser estúpido; también se debe ser educado.
En el desprecio de la ambición se encuentra uno de los principios esenciales de la felicidad sobre la tierra.
Aprecia a los que buscan la verdad, pero ten cuidado con los que la tengan.
Es peligroso tener razón en asuntos en los que las autoridades establecidas están equivocadas.
La amistad es la unión de las almas, y esta unión es susceptible de divorcio.
Un refrán ingenioso no prueba nada.
Los necios admiran todo en un autor reputado.
La tristeza es una enfermedad en la que cada paciente debe tratarse a sí mismo.
Es mejor arriesgarse a salvar a un hombre culpable que condenar a uno inocente.
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