martes, 13 de febrero de 2007

Giovanni Satori

Coincido con él en lo esencial. El homo videns y su ¿pensamiento? visual y emotivo están destruyendo el porvenir de Occidente. La miseria televisiva está degenerando la juventud y con ella un futuro que nos prometíamos mejor después de las calamidades del siglo XX. Otros pensadores, como Baudrillard, no hacen sino señalar derivaciones de esta idea esencial. Hay que aspirar al logos, no al pathos; pero quizá la confluencia esencial que pueda unir lo racional y lo animal de la criatura de Aristóteles sea el ethos, una ética a salvo de las irresponsabilidades de los fanatismos emotivos que van a venir y de las dudas sin fin de la razón que se está debilitando y cuya deposición se observa generalmente ya en gobiernos que no cuidan de la educación y en medios de comunicación que han perdido la función del docere por el delectare y el movere.

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