miércoles, 7 de marzo de 2007
No vemos
No vemos
lo tarde o temprano
que fue
el día.
No vemos
aquí,
bajo este cielo de granito
bajo estas estrellas negras
la mano del viento que toca entre las ramas.
No vemos.
Pero a veces soñamos
con una vaga arquitectura de músicas oscuras
con una escalera de agua que baja por las piedras
o con la columna que estremece la tarántula.
Más el sueño termina como terminan los ríos
y está oscuro.
Solo suena el viento por el bosque de las cruces y las alas
y las hojas y las rosas amarillas se mustian y marchitan
al fuego del sol negro
donde lloran los relojes.
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