Antonio Ponz, Viaje de España. Ciudad Real, Madrid: Viuda de Ibarra, hijos y compañía, 179, t. XVI, Carta primera:
Fuente del Fresno, situado al pie de la cordillera no muy elevada que viene desde Consuegra hasta más allá de dicho pueblo, consta de ciento y sesenta vecinos. El retablo de su parroquia es bueno, con dos cuerpos de columnas corintias, y entre ellas muy razonables pinturas del estilo de Ricci, pertenecientes a Santa Teresa &c. Acaso deberá su existencia a falta de caudales para poner en su lugar otro malo.
Fuente del Fresno, situado al pie de la cordillera no muy elevada que viene desde Consuegra hasta más allá de dicho pueblo, consta de ciento y sesenta vecinos. El retablo de su parroquia es bueno, con dos cuerpos de columnas corintias, y entre ellas muy razonables pinturas del estilo de Ricci, pertenecientes a Santa Teresa &c. Acaso deberá su existencia a falta de caudales para poner en su lugar otro malo.
73 Desde Fuente del Fresno a Fernán Caballero cuentan tres leguas de camino llano, aunque en parte pedregoso. Se pasa por cerca de Malagón, y se ven en el término muy buenos olivares, viñedos y sembradíos. Es Lugar de igual población al anterior. Todos los retablos modernos de su Parroquia son a cual peor: solo el principal es antiguo y razonable, notándose en un letrero el año 1575, en que se concluyó.
74 Las aguas de este Lugar son abundantes y exquisitas, lo que no logra Consuegra, ni otros Pueblos de la Mancha. Manan en el mismo recinto del Lugar, y aunque está el agua muy somera, tienen la incomodidad de tirarla con sogas, pudiendo ponerse una buena fuente con abundante surgidero algo mas abajo. Sirven estos manantiales para regar algunas huertecillas.
74 Otras tres leguas hay de Fernán Caballero hasta Ciudad Real, y a medio camino después de Peralvillo, que es una Aldea, se sube una lomita, en cuya cumbre se encuentra una especie de depósito o carnerario, en donde la Santa Hermandad solía hacer en otro tiempo sus ejecuciones.
75 Para continuar desde este paraje a Ciudad Real, una legua antes de llegar se pasa el río Guadiana por puente inmediato a unos molinos. Este famoso río es aquí, y en otras partes de su curso bastante fongoso, formando algunas lagunas; cría mucha espadaña, y otras plantas acuátíles ; y también se pescan en él tencas y anguilas. A corta distancia del puente se descubre Ciudad Real. de justicia contra los salteadores de caminos, y dejaban allí sus cadáveres.
76 Este antiguo, y hermoso Pueblo por su situación y otras circunstancias, es la Capital de la Provincia de la Mancha. Se me figuró semejante a Talavera de la Reina; y si tuviera un río como el Tajo que pasa junto a aquella, serian más parecidas. Presenta desde distancia un agradable aspecto, que resulta de sus edificios, murallas, e ingresos, acompañado por ambos lados de arboledas, viñas, olivares, etc.
77 Acercándose mas, causa disgusto ver arruinadas en varios trechos sus murallas, que podrían haberse conservado con mas facilidad que en otras Ciudades. Según el recinto de dichas murallas, y los espacios despoblados dentro de la Ciudad, fue sin duda mucho mayor su vecindario en tiempos pasados: ahora se dice que asciende a dos mil vecinos.
78 Tiene Ciudad Real tres parroquias, seis conventos de frailes, y tres de monjas. La Parroquia de Santa María, que es la principal, solo consta de una nave, pero tan grande, alta y espaciosa, que pocas o ninguna he visto que la igualen por su término: es de estilo gótico, descargada de menudencias. El retablo mayor que ocupa todo el testero es de lo bueno y excelente que nos queda del mejor tiempo de las Artes. Consta de cuatro cuerpos, y de los órdenes de arquitectura, dórico, jónico, corintio y compuesto, con cuatro columnas en cada uno. Entre ellas, y el resto del retablo se ven compartidas mas de cincuenta piezas de escultura, contando las figuras enteras, y los medios relieves que representan asuntos de la Vida y Pasión de Cristo
79 Se concluyó este famoso retablo el año de 1616 por Giraldo de Merlo, según consta del Archivo ; pero no expresa si fue este el Escultor y Arquitecto de la obra, pues acaso puede ser el que estofó las estatuas y doró el retablo. Se dice esto, porque algunos atribuyen con fundamento la escultura a Montañés, célebre Profesor de Sevilla; y si el Escultor hubiera sido Merlo., se debía poner a este en el número de los mejores Artífices que ha tenido la Nación. En el nicho principal del retablo hay una devota imagen vestida de telas, y en su Camarín guardan algunas preciosas alhajas que los devotos le han consagrado. También hay en el Camarín un cuadrito de la Concepción de Lucas Jordán, y una cabeza del Bautista de Eugenio Caxés. Antes de entrar en la Iglesia hace mucha gracia un nuevo jardinito con sus calles de árboles, y otras plantas.
80 Se empezó a decorar el templo exteriormente hacia la portada principal cuando la arquitectura estaba mas floreciente a fines del siglo quince, o principios del diez y seis; pero no se continuó. En las otras dos Parroquias no hay cosa que merezca mencionarse, sino para persuadir a sus Curas y Feligreses que las despojen de las ridiculeces de talla que en ellas hay, y lo mismo se puede decir de las Iglesias de los Conventos, exceptuando la de las Monjas Dominicas, que tiene un retablo muy razonable. También lo es el de las Carmelitas Descalzas, en donde se conservan algunas pinturas de mérito.
81 Las calles de Ciudad Real son largas, bastante rectas y espaciosas, y con buen empedrado. La longitud de la plaza mayor viene a ser de unos ciento y cincuenta pasos regulares con la mitad de ancho. La cercan dos corredores dispuestos para ver las funciones públicas. La han revocado nuevamente de muy mal gusto.
82 Como la planta de Ciudad Real es en una planicie igual por todos lados, no tienen bastante salida las aguas lluvias, y por tanto en los alrededores se forman algunos pantanos fétidos, que no dexarán de ser perjudiciales a la salud.
84 ¡Cuán fácil seria convertir por este medio muchas de nuestras grandes poblaciones, particularmente en esta Provincia da la Mancha, y en la de Castilla con este frondoso y agradable acompañamiento, en lugar de la horridez que se entra por los ojos al descubrirles. Terrenos áridos, y pelados sequerales no producen ideas de gusto y alegría.
83 Ya que las murallas presentan en el día un aspecto ruinoso por incuria de los pasados podría suplirse este defecto cercando toda la circunferencia de dos o tres calles de álamos, o de otros árboles, poniendo a trechos sus asientos, lo que serviría de delicioso paseo al vecindario, y de una útil y natural decoración al Pueblo. Encontrándose aguas muy cercanas a la superficie, se podrían regar las plantas con utilidad y poco gasto.
85 He dejado para lo último hacer mención del Hospicio de Ciudad Real, supuesto que este importante establecimiento atrajo mi curiosidad por esta tierra. Incansable siempre la generosa caridad del Eminentísimo Señor Arzobispo de Toledo D. Francisco Lorenzana, y no contento con las útiles y magníficas obras que ha promovido y llevado a efecto en beneficio de sus feligreses en Toledo, y en otras partes del Arzobispado; concibió años pasados la idea de fundar de planta en Ciudad Real un nuevo Hospicio que no cediese al de la Casa de Caridad de Toledo, en cuanto a los importantes fines que en aquel se propuso, sobre la educación, cristiandad y provechosa ocupación de infinita juventud, que por la mísera suerte de sus padres se criaría tal vez en ociosidad o mal ocupada, con perjuicio de la nación.
86 El objeto del generoso Prelado fue recoger en esta Capital de la Mancha, y hacer útiles muchas criaturas de los Pueblos de su Diócesis en dicha Provincia, que tal vez dejarían de serlo, abandonados a la miseria de su suerte.
87 Ya se ve que ni este, ni ningún otro edificio de su clase puede llegar en el arte y majestad arquitectónica al de la Casa de Caridad de Toledo, como que fue Palacio de grandes Soberanos ; pero en lo que toca a las comodidades y extensión de el de Ciudad Real es lo que se puede apetecer, con buenos patios, galerías, dormitorios, enfermería, Capilla espaciosa; tahonas, graneros, y las demás oficinas necesarias. La costa solo del edificio habrá llegado a dos millones de reales, cuando no haya excedido. En estando todo pronto, acaso se recogerán aquí otros seiscientos o setecientos jóvenes de ambos sexos, como los hay actualmente en el Hospicio o Casa de Caridad de Toledo, felizmente ocupados con notables progresos en todo género de manufacturas de seda, y otras. Aquí se emplearán, y ya se emplea un buen número en las de lana, tejiéndose actualmente buenas estameñas, bayetas y paños comunes; ocupándose igualmente en manufacturas de esparto, como son esteras y otros utensilios. La industria irá creciendo y extendiéndose a otros ramos.
88 Estos sí que son rasgos de caridad heroica y permanente, beneficios primarios hechos al Estado, ejemplos dignos de ser imitados de los poderosos, y medios los mas eficaces para desterrar de los Pueblos una mendicidad que solo les sirve de afrenta. Se reconocen aumentos y mejoras en la Ciudad desde el establecimiento de la Casa de Caridad, que luego experimentó el beneficio de Tahonas fabricadas para provisión de dicha Casa y de todo el Pueblo, que no tenia ninguna, no pudiendo los vecinos moler los granos sin grande incomodidad, a causa de estar muy distantes los molinos harineros.
89 Ciudad Real carece de fuentes; pero a poquísima profundidad se encuentra agua, la cual es dulce y saludable, con tal que los dueños de los pozos no sean negligentes en limpiarlos.
90 De la Provincia de la Mancha, que regularmente es tenida por una de las mas escasas de agua en España, dice Don Guillermo Wouls, que en su concepto es la mas abundante de ellas, porque estando casi a un mismo nivel, regularmente se encuentran cavando solo tres varas. Lo qua falta, dice, es la industria para aprovecharse de ellas.
91 El clima de la Mancha es proporcionado, y benigno para excelentes y abundantes producciones de granos, vino, aceite y otras mil suertes de frutos. Y ¿cuán abundantes serian estos con un verdadero conocimiento de la agricultura, mejor repartimiento de tierras, y muchos plantíos de toda suerte de árboles etc.?
92 Algunas de estas cosas no tienen fácil remedio, particularmente por lo que toca a nuevos repartimientos, que suele ser regalía de conquistadores; pero podrían pensarse medios equivalentes en los arriendos, prolongación de los mismos, moderación de rentas, y otros semejantes. He hablado aquí con personas que conocen radicalmente los vicios, y abusos que impiden el aumento de la población : si V. los hubiera oído, vería qué hombres de luces se hallan donde uno menos piensa, y como se ponen en los autos tan bien, o mejor que los que ahí hablan y escriben.
93 Ha tenido Ciudad Real sus literatos de crédito, entre ellos a Juan Bravo, Maestro de, los pajes del Señor Carlos V. y a Juan de Molina, traductor en tiempo del expresado Monarca de las Epístolas de San Gerónimo, y del Homiliario que se conoce con el nombre de Alcuino, obras estimables.
94 Como no tenemos historia particular de Ciudad Real, es dificultoso saber los hijos ilustres que ha tenido en las carreras militar y de gobierno. Las esclarecidas familias de Treviño, Loaysa, Bermúdez, Velarde y otras, oriundas de esta Capital de la Mancha, sin duda habrán dado varones de distinguido mérito en dichas carreras, cuyas hazañas constarán en archivos de la Ciudad, donde acaso servirán de nutrimento a la polilla, sino es que ya le han servido.
95 En nuestros días se ha escrito que el octavo abuelo del Excelentísimo Señor Conde de Floridablanca fue Don Antonio Pérez Moñino y Treviño, natural de dicha Ciudad, quien con sus propias armas y caballos sirvió a los Reyes Católicos en la conquista de Oran, hecha por el Cardenal Cisneros, siendo Adalid, hombre de paraje, cabeza y caudillo de sus tropas.
96 Por los años de 1383 el Rey D. Juan el Primero dio el Señorío de esta Ciudad, entonces Villa, con todos sus pechos y derechos al Rey de la Armenia menor, León III o V, habiéndole rescatado antes del cautiverio en que le tenia el Sultán de Babilonia, y poseyó este Señorío con el de la Villa de Madrid hasta el 1393, que falleció en París. Con esta generosa donación pudo mantenerse decentemente; y a la renta que le rendían las dos Villas, aun añadió otras el mismo Soberana de Castilla.
97 Hallándose en Córdoba San Fernando en el año de 124$ le llegó noticia de que su madre se había puesto en viaje desde Toledo para verle. Sabido esto por el Santo Rey salió a recibirla hacia la frontera, acompañado de su mujer la Reina Doña Juana, y habiendo llegado a un Lugar pequeño, llamado Pozuelo, tuvieron allí varias conferencias que duraron seis semanas.
98 Estas vistas, nombradas de Pozuelo, son célebres en nuestra historia por su duración e importancia, y también porque despedidos hijo y madre, nunca mas se volvieron a ver, habiendo muerto la Reina en aquel mismo año. que falleció en París. Con esta generosa donación pudo mantenerse decentemente; y a la renta que le rendían las dos Villas, aun añadió otras el mismo Soberana de Castilla.
99 Después de pasados otros cuarenta y cuatro o cuarenta y cinco, caminando el Rey Don Alonso, llamado el Sabio, desde Toledo a Andalucía, dispuso fundar a Ciudad Real donde estaba Pozuelo, y la fundó con el nombre de Villa, que mantuvo hasta el año de 1320. Dio a sus vecinos por código de leyes el fuero de Cuenca, concediendo a los Caballeros los privilegios de los de Toledo. El Señor Rey Don Juan el Primero por los años de 1383 la elevó al grado de Ciudad., En el de 1420 deteniéndose allí quince días se sintió en uno de ellos un terremoto tan violento que obligó al Rey a dispertar de la siesta, y salirse al campo.
100 Desde el año de 1483 estuvo en Ciudad. Real el Tribunal de la Inquisición que se trasladó a Toledo. Este fue el primero de todos los de España. También residió allí desde 1494 hasta 1505 la Chancillería que después se trasladó a Granada. Fue su segundo Presidente D. Alonso Carrillo de Albornoz, Obispo de Ávila, que yace en una de las capillas más espaciosas de la Santa Iglesia de Toledo, en la cual también está sepultado su tío el célebre Cardenal Don Gil de Albornoz.[1]
101 Es tan llana la situación de Ciudad Real, y tan somera el agua del terreno, que en tiempo de muchas lluvias suelen los vecinos tener algunos sustos, por falta de descenso para que corran dichas aguas. Esta rebosa junto al mismo Pueblo.
102 Cerca de Ciudad Real como dos leguas al Sur hay junto a una Ermita de Nuestra Señora algunos residuos de el nombrado pueblo de Alarcos, en memoria de su total ruina, y de la de nuestro ejército, vencido por otro innumerable de Moros, formado de almohades, árabes, etíopes etc. por uno de sus lados, formando algunos charcos cenagosos. Se ha tratado de disecarlos echando guijo, y plantando árboles al mismo tiempo, en los cuales se ceben por lo menos las exhalaciones fétidas de aquellos charcos; pero creo que poco o nada se haya adelantado en este pensamiento, que lo es de alto personaje, insigne bienhechor de aquella Ciudad. Tienen por cierto que sin embargo de correr Guadiana una legua distante de ella llega la filtración de sus aguas hasta la misma, y que esta es la causa de aquellos charcos. El año de 1508 estuvo para perecer por una de estas inundaciones.
103 Fue tal la mortandad que experimentaron los cristianos, así en el furor de la batalla como en la retirada, que un puertecillo de aquellas inmediaciones, por donde huían los que se habían salvado, todavía conserva el nombre de Puerto de la matanza.
104 Alarcos tuvo corta vida desde su fundación hasta su ruina total por el Miramamolín Aben Juzef, que habiendo venido de la África, mandaba toda la morisma en esta horrible invasión que hizo en Castilla, atravesando la Sierra Morena, inflamado por vengar a los Moros de Andalucía de los males que el Arzobispo de Toledo Don Martín les había causado en diferentes entradas, que con un ejército del Rey Don Alfonso VIII. había hecho en sus tierras, destruyendo Pueblos, y trayéndose muchos despojos &c.
105 Vayan dos palabras antes de dejar a Ciudad Real, acerca de la Santa Hermandad establecida en la misma, ya que arriba le nombré el paraje donde, según las señas, solía castigar de muerte este severo Tribunal a los malhechores, junto a Peralvillo. Se divide la Santa Hermandad en vieja y nueva: aquella tuvo su origen de una convención que los Pueblos hicieron entre sí, sobre libertar la tierra de ciertos ladrones, llamados Golfines, que cometían muchos robos y muertes en toda la comarca, guareciéndose luego en las espesuras de los montes. San Fernando Tercero, y otros Reyes confirmaron este importante establecimiento, y lo hay en esta Ciudad, en Toledo y Talavera de la Reina. Podían ser hermanos los que teman colmenas, y hacienda en dichos territorios.
106 La Santa Hermandad nueva la fundaron los Señores Reyes Católicos en Toledo contra los salteadores de caminos, y en despoblados, y se extendió por todas partes. Ambas tienen sus leyes y gobierno, con muy particulares privilegios. Nombran dos alcaldes anuales, escribanos, cuadrilleros y otros oficios. No sé si será cierto lo que se lee en algunos libros tocante a los diversos suplicios con que castigaban a los reos, según sus delitos, de muerte de saetas, azotes, mutilación de las orejas, de uno de los pies etc. Tales podían ser sus maldades que fuese necesario todo este rigor.
107 Desde Ciudad Real a la Villa de Almagro, cabeza del Campo de Calatrava, cuentan tres leguas: a la una se pasa por Miguelturra, lugar bien situado, pero no quisiera haber visto en él una grande y costosa ermita o capilla con su cúpula que estaban construyendo de malísimo gusto. Dichas tres leguas son de terreno llano, y muy pingüe como el de Ciudad Real, y se cogen en los términos de ambos Pueblos abundantes cosechas de granos y legumbres, aceite etc. Cultivan asimismo las batatas, melones que son de exquisito sabor, particularmente los de Almagro. También son abundantes de caza estas tierras por su inmediación a la Sierra Morena.
108 Tiene Almagro una gran plaza, igual o mayor que la de Ciudad Real. Las han pintado a ambas últimamente con motivo de las funciones en obsequio del Rey Nuestro Señor por su exaltación al Trono. Se debe disimular en estas decoraciones lo que les falta para ser perfectas, atendiendo al celo y amor que en todas partes han manifestado a S. M. sus amados súbditos con un motivo tan plausible.
109 Dicen que la palabra Almagro viene del árabe, que quiere decir agua aceda. En efecto hay un manantial abundante de agua agria, tenida por muy saludable, aunque ingrata al paladar de los que no están acostumbrados a beberla; pero los vecinos de Almagro la beben como los de Madrid la de la fuente del Berro, y tienen por cierto que es de mucha virtud contra el mal de piedra y de hijada. Para los que no gustan de ella hay otras aguas dulces.
110. Si fuera cierto que Almagro existía ya en tiempo de los romanos con el nombre de Gemella Germanorum, bien podia apostárselas en materia de antigüedad a la capital de La Mancha, como se las apuesta actualmente en punto de población, si es verdad que llega a tres mil vecinos, según me han asegurado. Ya en otra ocasión escribí a V. algunas particularidades de Almagro, de sus iglesias y situación en medio de una dilatada llanura , y por tanto dejo de repetirlo ahora. V. sabe que aquí residieron y tenían sus palacios los Maestres de Calatrava, de cuyo Convento voy a hablarle a V. luego.
112 Me dijeron que parte de dichas posesiones pertenecían al Conde de Valparaíso. Un buen trecho antes de llegar a Santa Cruz se va por entre viñas y olivares con más recreo de la vista que en todo el resto del camino, a cuya mano derecha en la distancia de tres o cuatro leguas queda el Convento de Calatrava sobre un collado de la Sierra Morena. La Villa de este nombre, que lo dio al Convento, tuvo muchos altos y bajos. Alfonso Octavo se la ganó a los moros por los años de 1147; dio su mezquita al Arzobispo de Toledo D. Bernardo, y este la consagró en iglesia, poniendo algunos clérigos y arcediano, que actualmente es una de las dignidades de la Santa Iglesia de Toledo. Después la cedió el Rey a los Caballeros Templarios, los cuales, no considerándose en estado de defenderla del poder de los moros, la abandonaron.
113 Entonces fue cuando se instituyó la Orden Militar de Calatrava por S. Raimundo de Fitero, y Fr. Diego Velázquez, ambos monjes cistercienses, que ofrecieron al Rey Don Sancho Tercero defender aquel importante pueblo, amenazado siempre de los moros fronterizos. La pérdida de la batalla de Alarcos en 1194 fue causa de la ruina y pérdida de Calatrava, que destruyeron los moros, degollando a caballeros, frailes, clérigos y cuantos había dentro, por no habérseles entregado luego.
114 Se volvió a conquistar en el año de 1212, y fue restituida a la Orden, que desde aquel triste suceso había tenido su residencia en Salvatierra, y después en la Villa de Zuñía. Por aquel tiempo se edificó el Convento donde hoy se ve; y la Villa , distante de él algunas leguas, no volvió a levantar cabeza.
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