Los jíbaros en el poder, cualquiera que sea la etiqueta que tengan, insisten a toda costa en empequeñecer las cabezas de la gente y abocar al pueblo a una indecente y comercial estupidez. Para evitar algo de eso es preciso nadar como las truchas, caminar como los cangrejos, dar coces contra el aguijón, salirse de cualquier senda, aunque sea la estrecha, y cagarse en lo más sagrado para descubrir que lo sagrado está en otro lugar y no precisamente donde lo ponen los que, aupados sobre las mentiras y los montones de dinero y miseria, mandan sin mérito y gobiernan sin ideales. Algo sabía Unamuno de eso,
En primer lugar, para poder quitarse las albardas que nos han puesto, son precisas algunas maniobras o instrucciones que cada cual sabrá aplicar como mejor le peta:
1. Leer y escucharlo todo por pasiva, no por activa.
2. Prestar atención a lo que se calla y a lo que se quiere decir, y casi nada a lo que se dice.
3. Cuando se vaya a leer una noticia de prensa, empezar por el final y acabar por el principio y leer los titulares como si fueran escritos y dichos por el poder mismamente.
4. La humildad y la duda son las herramientas cognoscitivas más importantes, las que han realizado las contribuciones más importantes a la verdad y a la ciencia. Cualquier otra cosa sume en el error y la confusión.
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