Un pensador al que cualquiera puede agarrarse cuando está agotado por la presión de todo lo que sea otro es Max Stirner, el famoso pero siempre oculto autor de El ego y su propiedad, una de las ramas de la izquierda hegeliana. De hecho, y bien paradójicamente, si atendemos a lo que representa el nihilismo solipsista de Stirner, uno se encuentra a veces diciendo cosas que ya ha dicho él, y sin duda alguna mucho mejor, como que "en manos del Estado, la fuerza se llama derecho, en manos del individuo se llama delito". Si la lectura es algo liberador, Stirner debería ser todo un Espartaco. Sin duda lo que para otros es proletariado para Stirner es un propietariado, por usar el neologismo de Ursula K. Leguin, que escribió una utopía de ficción científica inspirada en las teorías de Stirner, Los desposeídos. El resumen más útil para empezar a andar con él se encuentra aquí, por obra de Ramón Alcoberro. Tal y como escribe este:
Hoy sabemos que incluso quienes luchan «contra» el Poder, luchan «por» el poder. Y eso da a Stirner una actualidad inquietante. Pero además Stirner nos muestra que el nihilismo no es sólo un estado de desvanecimiento y de falta de sentido. Hay un nihilismo narcisista que hoy se aprovecha hábilmente tanto en la política como en las técnicas del marketing.
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