La procrastinación, la falta de voluntad, la noluntad, que diría Unamuno, es el defecto, la enfermedad más bien, entre muchas la más grave, que aqueja a nuestro país: dejarlo todo para mañana. Ya lo describía el refranero, ya lo satirizaba, con humor negro genial, Mariano José de Larra; ya lo estudiaba también Ángel Ganivet, a quien sus sucesores olvidaron, con el nombre más imprecisador de abulia; José Antonio Marina ha dedicado a este tema páginas sabias y memorables; por eso yo no redundaré más y dejaré sola esta indicación, que a él y a ellos remite.
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