jueves, 22 de abril de 2010

Ay, ay

Por si no tuviera ya pocos temas para investigar, voy y descubro de repente, hoy, la gigantesca obra de un ignoto erudito manchego del XIX. Casi cuarenta volúmenes manuscritos con prácticamente de todo: fábulas, sainetes, dramas, ensayos, poesía lírica, poesía narrativa, traducciones de clásicos latinos, griegos y hebreos y del francés, tratados sobre materias varias (historia, mitología), vocabularios diversos, apuntes, dibujos, mapas, biografías, epigramas, cartas, cuentos, gramáticas, planos, un arte poética, necrologías, sátiras, obras de otros autores copiadas, documentos transcritos etcétera.

Ya me dijeron que sé investigar, que sé nadar y no ahogarme en los océanos de la información, que tengo olfato para descubrir cosas, y lo que es peor, paciencia para tirar del hilo, pero nadie me avisó de que cada hilo salían muchos más; ¡esto ya es demasiado! Me moriré sin poder descubrir a los demás todo lo que voy desenterrando de los antiguos escritores manchegos.

1 comentario:

  1. Enhorabuena

    El duende de internet, me obliga a enviar dos veces los comentarios para que salgan de la máquina, como si tuvieramos un intermediario, y alguno se ha vuelto a perder, como una continuación del sainete, que no me pareció mal hilvanada.

    Y no pases pena, por ignotos manchegos o falta de discípulos, que el duende extranet hace piruetas inimaginables, sin olvidar que el alumno es quien encuentra al profesión (sic).

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