De todas estas gentes la Razón, admirada,
detesta nuestros nobles, que no sirven de nada.
Entre tanto, nosotros, con soberbia fiereza,
al ocio consagramos a la antigua nobleza.
Sus celebrados padres, que tan útiles fueron,
derecho de no serlo por herencia les dieron.
Inútiles estorbos entre los ciudadanos,
nacieron sólo para adorarse a sí vanos;
porque no se degrade tan sublime excelencia,
renuncian a las artes, renuncian a la ciencia,
y a los plebeyos dejan, enteramente ociosos,
el bajo y vil empleo de sernos provechosos.
El poeta filósofo, canto I
El poeta filósofo, canto I
No hay comentarios:
Publicar un comentario