miércoles, 3 de abril de 2013

El derecho humano fundamental de resistencia a la opresión, consecuencia de todos los demás derechos


Virginia López, "Un parado portugués se niega a pagar impuestos para alimentar a sus hijos". El Mundo, hoy:

 Entre alimentar a sus hijos y pagar sus impuestos, Alcides Santos, un informático portugués de 46 años que lleva dos en el paro ha optado por lo primero. Este martes, ha presentado una carta al proveedor de Justicia en la que argumenta su decisión de no pagar los impuestos, basándose en el artículo 21 de la Constitución Portuguesa, denominado Derecho de Resistencia.

No es que este portugués, padre de familia, no quiera cumplir con sus obligaciones, sino que considera que, en la dramática situación en la que se encuentra, tiene que establecer prioridades. Y en esa lista mental con la trata de llegar a fin de mes, lo prioritario es dar de comer a sus hijos. En el último lugar está pagar la contribución de su casa, el IVA y el IRS (similar al IRPF).

"El Gobierno, al no responder al desempleo con políticas de pleno empleo, está impidiendo que se cumpla el artículo de la Constitución que consagra el derecho al trabajo", contaba en televisión hoy, justo después de presentar su requerimiento. "Mis hijos, mi familia y yo somos el producto de esa decisión del gobierno y he llegado a la conclusión de que tengo que establecer un orden en mis responsabilidades", decía Santos, enumerándolas de mayor a menor grado de urgencia: "Obviamente lo primero es garantizar la supervivencia de mis hijos y de mi familia, después tengo que pagar el agua y la luz, también pagar la casa y en último lugar estará el pago de los impuestos".

Hasta hace dos años, Alcides Santos trabajaba como informático ganando un sueldo de más de 2.000 euros que en la ayuda por desempleo se redujo a la mitad. Desde que se le acabó el paro su familia, que vive al sur de Lisboa, tiene que sobrevivir con apenas un sueldo, los 600 euros que su mujer gana trabajando en un 'call center'. De ahí, tienen que empezar a restar. Solo en la letra de la casa se dejan 400 euros, por lo que solo les sobran otros 200 euros para todo lo demás.

"Estoy viviendo por encima de mis posibilidades", dice con ironía el informático, señalando que hasta para comprar bienes de primera necesidad tiene que recurrir a la tarjeta de crédito. Mientras tanto y como "los parados tienen mucho tiempo libre", se puso a leer la Constitución, intentando encontrar una solución a su problema. De momento ha encontrado el recurso al artículo 21, que habla del derecho de resistencia que tiene todo ciudadano. En su caso, dice que "por encima del deber de pagar impuestos está el deber de no dejar que sus hijos pasen hambre".

¿Un ejemplo a seguir?

Con un país con un millón de desempleados y en el que el paro no deja de aumentar, con una tasa por encima del 17%, el caso de Alcides Santos podría abrir un precedente. Entre los juristas, las opiniones se dividen. En declaraciones a 'Público', el constitucionalista Gomes Canotilho dice que el Derecho a la Resistencia consignado en la Constitución lusa se aplica a la defensa de "derechos, libertades y garantías", lo que no podría aplicarse al Derecho al Trabajo, por lo que la acción de este parado podría estar más cerca de la "desobediencia civil" y no surtir efectos.

Para António Colaço, se trataría de "defender un bien o evitar un mal mayor". En el caso del paro, en concreto, este jurista dice que la actitud de Santos podría justificarse para evitar lo que podría suceder a continuación, en concreto, actos desesperados como a veces es el suicidio.

Mientras tanto, Alcides Santos asegura que él "quiere cumplir" con sus obligaciones, pero también dice que mientras el gobierno no haga nada por cambiar la política de empleo, no sabe cómo va a conseguirlo. Desde hace semanas aguarda una respuesta para empezar a cobrar la ayuda familiar.

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