Una liebre paralizada e inmóvil en mitad de una carretera, deslumbrada por los faros, esperando que la atropellaran. Ése ha sido y es Rajoy.
En comparación con Pedro Sánchez, Zapatero va a parecernos Churchill.
Entre ministros y presidentes de Gobierno, el día que en España haya un juicio de Nuremberg cultural van a faltar sogas.
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