lunes, 14 de julio de 2025

Profecía cumplida de Antonio Gala

 En la Entrerred he encontrado esto. En el año 1991, es decir, hace exactamente 34 años, la cadena autonómica de Andalucía, Canal Sur, emitió una serie de episodios de entrevistas en las que el entrevistador siempre conversaba con la misma persona. El programa 13 noches, contiene 13 conversaciones del periodista y famoso entrevistador Jesús Quintero. Solo lo conocerán aquellos que tengan más de 40 años y probablemente será bien conocido por aquellos que estén ya más cerca de los 50 o para arriba. Los de 30 para abajo seguramente no tienen ni idea de quién es. El invitado era el periodista, filósofo, escritor y poeta lírico Antonio Gala, ya fallecido, aunque no hace tanto. Un personaje muy particular y muy brillante.

Antonio Gala en el año 1991 clava literalmente cómo iba a ser el futuro que iba a venir, un futuro que ahora es presente e impresiona el nivel de lucidez, el nivel de precisión y el nivel de exactitud. Hay que tener una capacidad para hacer esa proyección y finalmente se cumple sobre las bases de lo que tenía conocido en aquellos tiempos. Vamos a leer un par de minutos condensados de lo que dijo en su momento Antonio Gala que me he molestado en transcribir:

Bueno, a mí me parece que la palabra Paraíso y la palabra tecnología quizás sean palabras opuestas. Me parece que el paraíso no puede ser mecánico, no puede ser robótico

Yo creo que en el fondo, en el fondo, el Paraíso de un alma tiene que asemejarse al alma misma. Y el alma del hombre no es una tecnocracia. Me parece a mí que ese futuro, ese futuro tecnológico nos va a caer muy grande a nosotros, por lo menos. ¿Qué va a hacer? ¿En qué va a consistir?

En unas personas que probablemente vivirán más de lo que vivimos ahora, como en una Edad Media, eh en unas personas, eh, en plenitud, si es que se puede llamar en plenitud, a personas un poco perfabricadas. que tendrán que trabajar más que nosotros porque tendrán que alimentar a más viejos, a menos niños y a los que no trabajen, que serán muchos, en una especie de conductas manejadas o por órdenes o por folletos, porque no tendrán mucho tiempo para leer.

Folletos para ver cómo se tiene éxito, cómo se hacen amigos, cómo se pone una casa, cómo se conquista una mujer, cómo se divierte uno más. Como todos le eran los mismos folletos, las relaciones serán muy fáciles, pero muy aburridas. Y, por otra parte, la inteligencia natural será sustituida por inteligencias artificiales que ayudarán a la gente, no a conseguir la felicidad, probablemente, sino a ayudarles a pasar el tiempo.

La intimidad casi no existirá, la privacidad será lo que exista y estará, por otra parte, deseando romperla. No es algo que a mí personalmente me atraiga. Yo creo que el hombre por aspirar a la superhumanidad está dejando ir de las manos la humanidad.

A mí me parece extraordinariamente grave que el hombre vuele y que quiera visitar otros astros, que se sepa el sexo de los hijos y se curen las enfermedades prenatales. Que las mujeres fértiles no quieran tener hijos, pero las estériles sí. Que no haya ni inviernos ni veranos y queramos tomar las frutas y las verduras de todo el año durante todo el año.

Que alcancemos la velocidad casi de la luz y las armas absolutamente mortales. Todo eso me parece tremendo porque, si no es contenido, eso verdaderamente puede acabar muy mal. Puede acabar extraordinariamente mal.

Fíjese usted que la base de toda nuestra cultura consiste en que todo es posible en este momento. La base de nuestro progreso consiste en que entre todos tenemos que pagar los costes de todos, pero no todos los que progresemos y los que no, sino los que nos sucedan. Y la base de la civilización es que la tecnología puede resolver todos los problemas que se planteen y no es cierto.

Le decía antes que tenía la virtud de la docilidad, pero siempre he tenido la de la rebeldía, la de la rebeldía airada, porque no se hacen las cosas bien, porque se intenta equivocar al prójimo, porque se intenta explotar al prójimo, porque no es verdad lo que se le dice, porque se trastorna la información para sacar partido de la mala información.

Y entonces eso me aíra, porque eso es irremediable, porque hay mucha gente de buena voluntad que serían vivientes maravillosos, que se han transformado simplemente en vividores, que se han transformado en maletas, que unas manos interesadas traen y llevan de un sitio para otro sin su consentimiento y todo eso me para.


No hay comentarios:

Publicar un comentario