martes, 16 de enero de 2007

Pitorreo

Hoy he oído una palabra nueva que hace tiempo no oía: pitorreo. Qué expresiva es. Describe como pocas el descaro y sinvergonzonería de quienes ostentan una posición que no han alcanzado con valores morales, sino con otro tipo de valores más monetarios. La riqueza moral ha ido a refugiarse con la miseria material de los pobres, los viejos y los abatidos para intentar hacer, y no poderlo realizar, un mundo mejor; la miseria moral, sin embargo, ha ido a habitar con la riqueza material, la juventud, la salud, la abundancia, con quienes pueden hacer de este mundo un mundo mejor pero no quieren porque consideran que están muy cerca de él.

¿Con qué criterio ha de definirse el éxito de una sociedad? Yo lo mediría con el baremo de lo que los hombres han hecho como hombres que beneficie al conjunto de todos ellos. Si es así, un sistema debía juzgarse por sus colegios, sus hospitales, su investigación, su arte, sus museos, sus bibliotecas, sus modos de paliar la pobreza, sus parques naturales, sus trasportes colectivos y su cociente de abortos. Esta última cifra no se suele tener en cuenta, pero considero que una sociedad que no quiere ni respeta a los seres humanos no puede ser considerada una buena sociedad; mirando esta cifra veremos que sociedades aparentemente saludables no lo son tanto, no ya en el primer mundo sino también en el tercero y el segundo.

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