ISABEL MUNERA 10/08/2016 Abc Entre abril y junio, un total de 985.000 vacantes no fueron ocupadas. Alemania busca un millón de empleados, sobre todo maestros. Además de profesores, doctores e ingenieros, se necesitan también camareros, cocineros, panaderos y carniceros.
Mientras en España aspiramos a tener a finales de año una tasa de paro inferior al 20%, en Alemania casi un millón de puestos de trabajo se quedaron sin cubrir en el segundo trimestre del año, según publicó ayer el Instituto para la Investigación del Mercado Laboral y el Empleo (IAB).En concreto, entre abril y junio un total de 985.000 vacantes no fueron ocupadas en la mayor economía europea, lo que supone un incremento de un 10% respecto al mismo período del año anterior.El sector donde más puestos se quedaron sin cubrir fue el de la enseñanza, tanto infantil como primera y secundaria, con 45.000 vacantes. La creciente demanda de estos profesionales se debe fundamentalmente a la llegada masiva de refugiados, de los cuales un 50% son menores de edad, que se incorporan de inmediato al sistema educativo germano. No es la primera vez que Alemania necesita mano de obra para cubrir determinadas vacantes, sin embargo, se trata de una de las cifras más altas hasta la fecha.Las dificultades para convalidar los títulos y la falta de equivalencia en la formación, así como los problemas para manejarse con soltura en alemán explican en gran parte que estos puestos no se hayan cubierto, pese a los intentos del Gobierno de la canciller Angela Merkel y de las empresas de este país para atraer talento del extranjero.La llegada de jóvenes profesionales del sur de Europa que huyen del paro y la de refugiados que escapan del terror de la guerra no ha sido suficiente para acabar con estas vacantes, que la Agencia Federal de Empleo (BA) cifra en 674.000, un dato sensiblemente inferior pero que sólo tiene en cuenta los puestos libres que las empresas comunican a las autoridades laborales.Profesores pero también panaderos y carnicerosAdemás de profesores y médicos, Alemania precisa ingenieros especializados en áreas como la automoción, la mecatrónica -que combina mecánica y electrónica-, la construcción, así como informáticos y expertos en recogida de residuos.También busca profesionales que no necesitan estudios superiores como cuidador de ancianos, cocineros, camareros, así como panaderos, carniceros, cerrajeros, fontaneros, expertos en sistemas de calefacción, aire acondicionado, etc. En general, faltan aprendices en estos campos. Los jóvenes alemanes se inclinan cada vez más por los estudios universitarios en detrimento de la Formación Profesional Dual, que combina formación en la escuela y en la empresa, pese a que cursar este tipo de estudios asegura un contrato de aprendiz desde el primer día. En los últimos tres años se han registrado más de 500.000 puestos de formación profesional vacantes. Y en algunos estados como Baden-Wurtemberg, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Turingia o Baviera hay incluso más plazas disponibles de Formación Profesional Dual que solicitudes.
Escasez de aprendices
La hostelería, la gastronomía y el sector alimentario son los más afectados por la escasez de jóvenes aprendices. Empresas hoteleras, restaurantes y negocios de fabricación y venta de productos alimenticios tienen cada vez más problemas para cubrir los puestos que ofertan.Las nuevas generaciones consideran poco atractivos estos empleos porque suelen hacerse largas jornadas laborales y la retribución no va en consonancia: los sueldos normalmente son más bajos que en otras profesiones.Para quien esté interesado en algunos de estos puestos disponibles, la Agencia Federal de Empleo alemana proporciona información sobre las vacantes en su página web. Además, en portales como Jobbörse también se pueden conocer las plazas que se ofertan, al igual que en los sitios web de las Cámaras de Industria y Comercio germanas. Ahora bien, quien aspire a un puesto de trabajo en Alemania debe saber que recientemente se ha modificado el sistema de protección por desempleo de larga duración. A partir de ahora, si el beneficiario de una prestación rechaza una oferta laboral, se le recortará un 30% el subsidio durante un mínimo de tres meses; si lo vuelve a hacer en una segunda ocasión, en un 60%, y si vuelve a reincidir, perderá el derecho a paro. Además, si es menor de 25 años, dejará también de percibir la ayuda adicional para el pago del alquiler y gastos de calefacción.
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