No es ni la heroína, ni la cocaína, ni el éxtasis, ni el alcohol, ni el tabaco. Es mucho más simple. Es el gusano roedor de la absoluta falta de idealismo. Ese gusano que pudre a los que no votan o se consideran demasiado listos para ser ingenuos y desear lo imposible. Porque desearon lo imposible los que, por ejemplo, se pusieron a investigar remedios contra el cáncer, la pobreza, la injusticia, la ignorancia y la misma estupidez.
Todos los periodistas trabajan denodadamente en favor de ese gusano, "el gusano conquistador" de Poe, en prensa, radio y televisión; pero no conseguirán jamás que venza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario