Hace quince años, el arte de esta ciudad se quedaba algo cojo; un joven prometedor de aproximadamente treinta años cogía sus bártulos (nunca mejor dicho) y marchaba hacia la ciudad condal, decepcionado con las pocas posibilidades y las muchas limitaciones que su propia tierra le ofrecía.
irene-y-marinoY en Barcelona se instalaba, y allí ha pasado estos últimos tres lustros, dando forma y perfeccionando tanto su obra pictórica como el resto de sus facetas artísticas, que son muchas y variadas.
Ciudad Real desde entonces ha cambiado lo suficiente para que, por fin, se haya desgastado la rancia pátina que impedía dibujar y colorear algo nuevo sobre el lienzo en blanco que resulta ser la cultura culiparda. Y tras pasar doscientas lunas fuera, aquel joven prometedor que se llevó sus pinceles a la vera del Mediterráneo, ha regresado a la ocre meseta manchega, ha vuelto a cruzar la puerta de Toledo para instalarse de nuevo en su ciudad natal, pero lo ha hecho coronado con los laureles de la experiencia y la profesionalidad.
Envuelto por el mundo del arte desde que es consciente de sí mismo, Paco ha demostrado ser un creador bastante versátil; su vasta producción artística, que abarca desde la pintura hasta la música, pasando por el teatro o el cómic, oscila entre lo fantástico y lo real, siempre pretendiendo llevar al espectador a otra dimensión donde los monos cuentan con un C.I. de 160 y donde los astronautas caminan solitarios y tristes, enfundados en sus complicados trajes, por desiertos escenarios apocalípticos.
foto de portadaPero independientemente del amplio poliedro de facetas artísticas que Paco Carrión domine, son el dibujo y la pintura las dos armas con las que mejor se expresan sus manos de gigante.
Gran fan, desde niño, de la ciencia ficción y del cómic, siempre ha soñado con seguir la estela de los grandes maestros que le han inspirado: WilEisner, Alex Raymond, el dibujante catalán Josep Maria Beà o el genial Moebius (con quien llega a coincidir en la revista “La Cruda” ) son algunas de sus influencias y han dejado un evidente poso en su particular estilo gráfico, en el que también se puede apreciar su admiración por clásicos como Goya,Velázquez y Dalí, o por la corriente hiperrealista, más concretamente por nuestro paisano Antonio López Villaseñor, con quien comparte también una gran tendencia hacia los paisajes, personajes y conceptos más crudos y descarnados.
En su pintura observamos cómo paisajes reales, a veces de aspecto impresionista, o escenas cósmicas se conjugan con personajes fantásticos como robots, elementos oníricos y retratos de virtuosa ejecución.
Ha realizado gran diversidad de trabajos como el diseño de robots, armas y vehículos futuristas para largometrajes como “Eva”, “Bruc. El desafío” o el western futurista “Young Ones”. También se ha ocupado desde el diseño de habitaciones y vestuario para cine y publicidad, la creación de storyboards, fondos de mapping, decorados para publicidad e incluso animación en 2D. Algunos de sus diseños robóticos tienen la calidad y el detalle de un proyecto de ingeniería. Además, durante su paso por Barcelona fundó la compañía de teatro “La Droguería Teatro”, donde se encargó tanto de la música como de la escenografía. Es, por lo tanto, imprescindible reconocerle a Paco no solo la genialidad y calidad que rezuma su abundante obra, sino también el papel de embajador de la singularidad y del arte manchego que, inconsciente e inevitablemente, ha representado durante todos estos años de exilio.
Es quizás el reconocido escritor Francisco Chaves, amigo personal de Paco y con quien ha colaborado en varias ocasiones, quien mejor ha sabido retratarlo con palabras. Enlazamos aquí un artículo de su blog , que además de servirnos como apoyo para escribir este modesto texto nos ha ayudado a ponerle título y nos sirve como introducción para una modesta entrevista que le hemos hecho al gran Paco.
ENTREVISTA
1 – Háblame de tus inicios y de cómo y cuando decidiste dedicarte a esto.
Mi primer recuerdo es dibujando toros, panteras y leones en sitios inadecuados por toda la casa. Tenía 3 años. Es casi innecesario decir que desde que recuerdo yo quería ser pintor. Mi formación comenzó a los 7 años con Purificación Adán, pintora paciente y generosa que me enseñó los fundamentos del dibujo y la pintura, cuando yo salía del colegio. Del mismo modo compaginé el Bachillerato con la Escuela de Artes y Oficios. Fue la época del primer intento de hacer un fanzine en Ciudad Real. Cuentos, poesías, artículos, ilustración y cómics. Surreal Ciudad nunca vio la luz, pero aquel proyecto fallido y lleno de ilusión a mi personalmente me marcó mucho, afianzó mis ganas de seguir en esta senda y ramificó mis intereses. Así, con 14 años me dije: Definitivamente quiero ser pintor y dibujante de cómics y vivir de ello.
2 – ¿Crees que es importante tener estilo propio para dedicarse profesionalmente al grafismo y la ilustración?
Para mi es básico e imprescindible, pero no absolutamente necesario. Sobre todo porque hay muchísimos ilustradores, pintores y dibujantes que viven de esta profesión y sus obras serian intercambiables. Pero indudablemente tener un estilo propio reconocible es lo que marca la diferencia. No es fácil evidentemente. Es como crear una marca distintiva. Pero ha de ser una marca sincera, limpia, abierta a la evolución y no a la repetición. A veces se confunde la repetición con el estilo propio. El estilo tiene más que ver con la verdad. Y justamente por eso la repetición frustra la evolución, porque no escucha nuestra necesidad interior. Sólo reitera una formula que funcionó y justo por repetirla le quita el valor que tuvo. Cuidado con la repetición. Y no olvidemos que casi siempre es el estilo el que te encuentra, con lo que no es bueno obsesionarse.
3 – Háblame de como ha evolucionado tu estilo a lo largo de tu trayectoria profesional.
La evolución ha sido constante y a todos los niveles, desde el cromático al temático. Pero antes una pequeña aclaración. Desde nuestra infancia somos esponjas que asimilan influencias e inevitablemente vamos acumulando experiencia y horas de excelencia en nuestro oficio. Y esa es la base de la evolución. Es decir la evolución es un hecho natural e inevitable. Lo que quiero decir es que nunca le he prestado demasiada atención a la evolución porque he estado ocupado dibujando y pintando. Pero ahora con la perspectiva del tiempo puedo decir que mi toda mi obra se ha ido enriqueciendo y que en definitiva se ha hecho mejor, porque el resultado está cada vez mas cerca de lo que pienso. Sé mejor como contar las cosas y como pintarlas, ilustrarlas e iluminarlas. Mis temáticas se han complejizando, al igual que el color, la dicción, el trazo y la pincelada. Digamos que cada día soy más preciso y tengo mis herramientas ( mi cerebro, mis manos, mis ojos) mejor entrenadas.
4 – ¿Tienes predilección por alguna técnica, soporte o medios concretos?
En pintura me decanto por el óleo sobre tabla, o sobre tabla entelada. Para dibujar lo que mas disfruto y uso es un pincel y un bote de tinta india negra. Para la plumilla es mejor una tinta menos espesa. Para colorear, tintas de colores y acuarela. Esto es con lo que estoy más cómodo, pero a lo largo de mi vida he tenido trabajos tan dispares que cada uno de ellos ha requerido una técnica, un soporte y una forma de hacer distintos.
5 – ¿Cómo te las apañas para ser tan prolífico? ¿Usas algún método ultraeficaz para gestionar y conjugar (sin volverse loco) tiempos de trabajo y momentos de “mala vida”?
No se cómo me las apaño. Pero te contaré una anécdota. Hubo un día en que estuve trabajando en una productora desde las 10 de la mañana a las 12,30 de la noche. Dibujando y diseñando sin parar. Acabe esa jornada realmente hecho polvo. Bien, cuando llegue a mi casa una hora después me puse a garabatear en un rincón de un papel y sin darme cuenta estuve otras 3 horas dibujando y gaste un Boli Bic. Me relajé de tanto dibujar, dibujando.
A la segunda cuestión te diré que no he encontrado métodos para compaginar los momentos de trabajo con la “mala vida” que no supongan esfuerzo y cierta disciplina. Supongo que solo hay uno: llevar una «buena vida». Cosa complicada si eliges la bohemia como camino vital. La clave está en la «mala buena vida».
6 – ¿Que cosas y proyectos te preocupan o te tienen abducido en la actualidad?
Mi objetivo a corto plazo es publicar Los Archivos Artrodésicos. Es una mezcla de diario ilustrado, libro de viajes y meta cómic. Son dos tomos de unas 250 páginas cada uno y espero que el primer tomo esté en vuestras manos en pocos meses. Otro de los proyectos es exponer la ingente cantidad de obra tras 15 años en Barcelona. Seleccionar la obra y diseñar las exposiciones es otra de las cosas que mas me ocupan las neuronas. Aparte de estas dos cosas de carácter más personal e individual, los proyectos junto al Colectivo gráfico Kokoro son otras de las cosas que mas tengo en mente. Todos los proyectos son propuestas interesantes tanto para el ilustrador como para el espectador. Y siempre intentando salir de la zona de confort y ofrecer en la medida de lo posible, arte de riesgo, con soportes no convencionales, pero no por ello menos validos. Uno a corto-medio plazo es una revista que recupere el espíritu de las extintas revistas de cómics de los ochenta.
7 – ¿Donde prefieres encontrarte una obra tuya; en la pared de un museo (cuadro/academia) o en la estantería de un adolescente (cómic/underground)?
En ambos estoy cómodo. Me gusta que mi obra la disfrute el máximo de gente, indistintamente de su condición económica, cultura, raza o etc… También me gustaría ver mis cómics en un museo, porque conozco al menos a dos adolescentes que tienen cuadros míos en sus habitaciones. Lo importante de un Museo es que no se convierta en la fría y elitista nevera en que a veces lo quieren convertir. Pero eso ya es otro tema y otro negocio.
8 – Por orden de importancia en tu vida y en tu obra nómbrame tres discos, tres libros, tres cómics y tres películas.
Es la típica pregunta que a veces cuesta años responder. No se si por orden de importancia, pero son estos:
Discos:
Siroco de Paco de Lucia. Tubular bells de Mike Oldfield. Hot rats de Frank Zappa.
Libros:
Saga Dune de Frank Herbert. Saga Fundaciones de Isaac Asimov. Endymión de Dan Simmons
Cómics:
Spirit de WillEisner. Mundo Mutante de Richard Corben. El Garaje hermético de Jerry Cornelius de Moebius.
Películas:
Los olvidados de Luis Buñuel. 2001 una odisea del espacio de Stanley Kubrick. F de fraude de Orson Welles.
9 – ¿Encuentras esperanza y motivación suficiente en esta Ciudad Real, tan cambiada, al haber regresado tras 15 años de tu marcha?
Sin lugar a dudas. Además nunca he estado completamente desvinculado con la ciudad que me vio nacer, con lo que he podido seguir esta transformación y es evidente que 15 años han dado para muchos cambios a nivel cultural y de infraestructuras para las Artes, pero no es sino el principio de hasta donde puede llegar esta ciudad.
10 – ¿Qué le dirías o aconsejarías a esos chavales jóvenes que empiezan o quieren empezar y dedicarse profesionalmente a este mundo?
Que amen profundamente lo que hacen. Que lo defiendan. Que nunca tiren la toalla. Que no dejen de luchar. Que dibujen todos los días. Que nunca se quiebren. Que intenten ser flexibles como el junco ante el huracán, porque este mundo puede ser incluso cruel. También muy placentero y con muchas recompensas, pero es un camino de trabajo duro y dedicación. Dicho esto, lo más importante es vivir con plenitud y sin traicionarse a si mismo. Somos como somos, y hay que aceptar nuestra luz pero también nuestra oscuridad. Nuestra obra y nuestro entorno nos lo agradecerán.
emblema-colectivo-kokoroIrene Hervás/Marino Muñoz
Planura de tinta – Colectivo Kokoro
https://www.facebook.com/colectivokokoro/?fref=ts
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