Silvia Carpallo, Siete tipos de personas tóxicas. El País, 17-II-2016:
A lo largo de nuestra vida establecemos relaciones sociales en
muchos ámbitos. Bien sea dentro de la familia, con compañeros de
estudios o de trabajo, o incluso con aquellos con los que relaciones
sentimentales que acabaron sin rencores, son muchas las personas que se
cruzan en nuestra vida para compartir épocas o momentos, pero que no
por ello deben acompañarnos para siempre. Y es que, como si tuviéramos
una especie de síndrome de Diógenes con las personas, nos cuesta mucho
desprendernos de aquellas relaciones que ya no aportan nada a nuestra
vida. Bien porque esa relación se ha desgastado, o aun peor, porque se
ha vuelto tóxica, hay que dejar de guardar amigos en Facebook
compulsivamente, y empezar a valorar con quién merece la pena realmente
pasar nuestro tiempo.
Por eso hemos recurrido a los expertos para hacer una lista de esas
personas de las que debes aprender a distanciarte un poco, o incluso,
aprender a decir adiós para siempre, sin sentirnos culpables por ellos:
1) La pareja victimista: Ya no sabes si está
contigo porque te quiere, o porque te has convertido en su pañuelo de
lágrimas más resistente. Hay personas que ante los problemas solo saben
adoptar el rol de víctimas. Como explica la psicóloga Patricia Ramírez,
“se trata de aquellos que echan la culpa de todos sus conflictos a
terceras personas, eludiendo toda responsabilidad de lo malo que les
ocurre”. El problema es que este victimismo se puede traducir en que nos
contagien su tristeza, frustración y apatía. Por ello es importante
aprender a pararlo a tiempo. “En primer lugar hay que decirles que
estaremos para ayudarles a tomar decisiones y solucionar problemas, pero
no para ser el pañuelo en el que ahogar sus penas sin implicarse”. Si
esto no tiene resultado, quizás la mejor opción será alejarse, porque
como recuerda la psicóloga “no lo estás abandonando, le estás dando
aliento para que actúe”.
2) El cuñado caradura: Todos hemos sufrido a ese
cuñado, o familiar en general, que siempre nos llama para pedir algún
favor, llámase mudanza, ayuda con los niños o prestarle esa herramienta
que sabe que nunca más le van a devolver, pero que nunca está cuando se
le necesita. Como relata Ramírez “se trata de personas que siempre
querrán algo de usted, pero que no saben o no quieren mantener
relaciones bidireccionales en las que entreguen por lo menos parte de lo
que reciben”. Así, la psicóloga insiste en que debemos de ser los
primeros que dejemos claras nuestras propias necesidades y no dejarnos
avasallar por aquellos que “tiran de otros sin preguntarles si están
bien, si necesitan ayuda, o si les viene bien prestársela en ese
momento”.
3) El amigo criticón: Cada vez que queda contigo
despelleja a todos las personas que tenéis en común, y en ocasiones
hasta te llama por teléfono solo para contarte la última metedura de
pata de alguien. ¿Crees que no habla mal de ti cuándo habla con los
demás? Si bien todos tendemos al cotilleo en ciertos momentos, hay que
tener cuidado con aquellas personas que “viven de vivir la vida de
otros, porque no les vale con la suya”, como cita la psicóloga, que
opina que “su vida es demasiado gris, aburrida o frustrante como para
hablar de ella, así que destrozan todo lo que les rodea”. El consejo con
este tipo de personas es claro. “No permitas que esa persona haga
juicios de valor de otras personas que no están presentes si no quieres
que contigo haga lo mismo”.
4) El compañero con mala idea: Ese compañero de
trabajo que te mira de reojo cuando no haces lo que estaba en sus
planes, y que sabes que como venganza, en algún momento, decidirá liarte
alguna, con toda su mala idea. A este respecto Patricia Martínez afirma
rotundamente que “es un tipo de persona del que hay que alejarse
radicalmente”. Desde su análisis aporta que “son personas que viven en
un constante ataque de ira, como si el mundo les debiera algo. No
soportan que otros tengan éxito, esfuerzo y fuerza de voluntad, porque
estas actitudes de superación les ningunean todavía más”. Si no
mantienes las distancias con ellos acabará sufriendo emociones como
indefensión, inseguridad, impotencia y ansiedad.
5) El jefe manipulador: Quizás no sea tu jefe
directo, pero sí ese intermedio entre tú y el “todopoderoso”, que has
tenido la suerte de que sea majo, amable, cercano y que te inspire
confianza. Pues ándate con ojo. “Aunque sientas que se interesa por ti y
te escucha, es importante saber que existe un perfil de persona que
guardan toda la información que les das, por si necesitan usarla en tu
contra”, alerta en este punto la psicóloga emocional Nuria Álvarez.
Por eso, no debes de olvidar que sigue siendo un jefe y aprender a
medir las confianzas, porque “con el fin de conseguir lo que quieren
llegan a fingir sentimientos, engañan y dan la vuelta a muchas
situaciones. ¿Qué buscan con esto? Que te sientas culpable y cedas, a su
favor. Son hábiles verdugos disfrazados de víctimas”.
6) El amor platónico y narcisista: Llevas mil
años estando ahí para todo lo que necesita con la esperanza de llegar a
ser algo más. Sin embargo, cada vez que estáis juntos te das cuenta de
“que solo habla de sí mismo, te cuenta una retahíla de problemas o
alegrías sin preguntarte, ni una sola vez, qué tal estás o como fue esa
operación tan importante de la que aún te estás recuperando”, aporta
Álvarez. Según la experta, este tipo de personas tóxicas no suelen
preocuparse por los demás, pues están más centradas en sí mismas y en
satisfacer su necesidad de recibir atención. Así, sin darte cuenta te
has convertido en un elemento fundamental en su vida, puesto que
alimentas su autoestima, pero él a ti ni te aporta, ni te aportará nada.
Y es que la experta también explica que este comportamiento se da en
personas que “se consideran superiores y mejores que el resto, por lo
que exageran sus talentos y estarán esperando que les envidies y les
admires”. Antes de alejarte discretamente, para que le cuente su vida a
otro, “deberás de tener cuidado y paciencia con sus rabietas, porque en
cuanto no se sientan reconocidos lucharán por ser los protagonistas de
tu vida y de la conversación”.
7) El compañero de estudios pesimista: Cuando
ibais a la universidad teníais grandes proyectos juntos, pero con el
tiempo la realidad se fue abriendo paso y no todo salió como pensabais.
Sin embargo, tú todavía tienes la ilusión por hacer cosas nuevas, por
cumplir objetivos, mientras que él se ha rendido. “Son personas que
únicamente ven las dificultades de todo lo realizable. Siembran dudas y
miedos, crean inseguridades, desmotivan y pueden llegar a convencerte de
que lo que hace unos minutos considerabas muy posible, ahora es
claramente todo lo contrario”, opina Nuria Álvarez. Si está bien que
haya personas que nos hagan ver los posibles riesgos de tomar una
determinada decisión, o de llevar a cabo un proyecto complicado, estas
amistades van más allá. “Terminan desgastando porque desprenden
negatividad: todo lo ven como un problema, viven con miedo y nunca
intentan nada. No salen de su zona de confort y no dejan que los demás
lo hagan”. Así que aprenda a tenerlo en cuenta antes de valorar su
opinión o decide que quizás haya cosas que es mejor no compartir con él,
si no quieres que te quite todas tus esperanzas y sueños.
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