"Se creía que no se podían tener recuerdos antes de los dos años, que es cuando aparece el lenguaje. Pero experiencias como esta muestran que no es así", dice. "Y que tampoco se trata de falsos recuerdos, construidos porque se ha oído una historia de mayor y con ello se ha elaborado lo que pasó de recién nacido". Fruto de sus trabajos es, entre otros, el libro La vida secreta del niño antes de nacer. Verny ha estado en Madrid para participar en las IV Jornadas Profesionales Suavinex, donde ha dado una charla a más de 1.500 matronas.
A ellas les ha aportado otras pruebas de su trabajo. "Al final, lo importante es que se puede preparar la salud mental del niño desde antes de la concepción". Factores como el tabaco, el estrés, el alcohol o vivir en zonas con elevadas radiaciones o contaminación van a afectar su desarrollo, añade el psiquiatra. "Ahora, cuando los niños tienen problemas se les empieza a tratar a los tres años. Lo llaman cuidados primarios. Yo digo que en verdad son secundarios o terciarios", afirma.
Dentro de estas fases anteriores al nacimiento, uno de los aspectos que mejor se ha estudiado es el efecto del sonido en los fetos "en el último trimestre, que es cuando se desarrolla el oído", indica Verny. En ese tiempo, los futuros bebés ya están formados, y con técnicas de imagen se puede captar la reacción ante algunos estímulos. "Yo he visto por ultrasonidos a un feto sonreír al oír la voz de su padre", dice. Y cuenta otro caso no sólo de reacción, sino de memoria: "El director de orquesta Boris Brott contaba que cuando estaba estudiando música se dio cuenta de que en algunas partituras podía anticipar cómo iba a seguir la melodía del chelo. Le preguntó a su madre, que es concertista de ese instrumento, y ella le contó que esas eran precisamente las piezas que estaba ensayando durante el embarazo". También atribuye a esta memoria temprana que un bebé se calme cuando oye a su madre tararear las canciones que cantaba durante la gestación.
La reacción de los fetos cambia según el tipo de música. "Se ve en las ecografías que les gustan Mozart y Vivaldi. En cambio, no les gustan el rock, el hard rock o el jazz", dice por su experiencia.
Pero, igual que hay efectos beneficiosos antes de nacer, los hay negativos. Sucede si la madre sufre estrés, fuma o bebe. Entonces, segrega cortisol, una hormona que limita el desarrollo del cerebro del feto. "Los hijos de estas madres nacen con un déficit", indica. Afortunadamente, otra de las creencias que han cambiado "en los últimos 50 años" es que el cerebro es un órgano inmutable. "Ahora se sabe que mantiene su plasticidad hasta los 20 años y más allá. Así que se puede suplir esa deficiencia estimulándolo después con abrazos, atención, motivación y cariño", afirma.
La parte puramente fisiológica es importante durante todo el embarazo. La que tiene que ver con recuerdos o sensaciones, no, aclara Verny, porque el cerebro no se forma hasta los cuatro o cuatro meses y medio. Por eso el psiquiatra respira tranquilo cuando se entera de que en la nueva ley española el aborto sólo es libre hasta la semana 14. "Ah, son tres meses de embarazo, no hay cerebro", dice complacido.
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